POR DR. JOSÉ A. AQUINO RODRÍGUEZ
Uno de los elementos
que incluyó la reforma constitucional del año 2010 fue un nuevo sistema para
calcular la cantidad de los diputados y diputadas que son escogidos en
representación del Distrito Nacional y las provincias. En el sistema bicameral
que existe en la República Dominicana, derivado de la Constitución de
Filadelfia, los senadores representan el territorio mientras los diputados a la
población. El Senado de la República está integrado por un representante por
cada una de las provincias del país y el Distrito Nacional, independientemente
de la cantidad de habitantes de estas demarcaciones. Los integrantes de la
Cámara de Diputados, hasta el año 2010, se escogían a razón de uno por cada
50,000 habitantes o fracción mayor de 25,000, sin que en ningún caso fueren
menos de 2 por cada provincia. Ese sistema contribuyó al sostenido crecimiento
de la matrícula de esa Cámara, al punto que hoy somos en América Latina el
país, que después de Honduras, registra una mayor cantidad de diputados en
relación con su población.
El artículo 81 de la
Constitución vigente, estabiliza la cantidad de diputaciones, cuando al
referirse a la Cámara de Diputados plantea lo siguiente:
Artículo 81.
Representación y composición. La Cámara de Diputados estará compuesta de la
siguiente manera: 1) Ciento setenta y ocho diputadas o diputados elegidos por
circunscripción territorial en representación del Distrito Nacional y las
provincias, distribuidos en proporción a la densidad poblacional, sin que en
ningún caso sean menos de dos los representantes por cada provincia..”
Así, a partir del 2016,
la cantidad de diputadas y diputados que se elige en las circunscripciones
territoriales se fija en 178 diputados. A estos se les suman los 5 diputados
nacionales y los 7 diputados del exterior, para un total de 190.
CÓMO
CAMBIA LA REPRESENTACIÓN
Para los comicios del
15 de mayo del 2016, la base de cálculo que ha tomado la Junta Central
Electoral (JCE) para determinar la cantidad de estos legisladores que
corresponden al Distrito Nacional y a las provincias, ha sido el IX Censo
Nacional de Población y Vivienda, realizado en el año 2010, y que contiene la
información oficial en cuanto a la población dominicana. En las elecciones de
los años 2006 y 2010 ese cálculo se realizó en base al VIII Censo Nacional de
Población y Vivienda del 2002. Con 8 años de diferencia entre uno y otro evento
estadístico, es lógico que se manifiesten importantes diferencias en los
resultados demográficos de la población dominicana.
De conformidad con los
resultados del IX Censo, la población dominicana ascendía en el 2010 a
9,445,281 millones de personas. Al dividir esta cantidad entre el número de
escaños a elegir por representación territorial para la Cámara de Diputados,
que es 178, obtenemos el factor de reparto, que es de 53,063.
Si aplicamos este
factor a las diferentes provincias del país, los resultados son que la cantidad
de diputados permanece siendo la misma que en el 2010 para la mayoría de
demarcaciones, mientras que en otras se produce una disminución de un (1)
diputado, que pasarán a engrosar la cantidad de representantes de la provincia
Santo Domingo y La Altagracia.
Dentro de las
provincias que mantienen su número de diputados estable, están aquellas que
tienen solamente los dos representantes mínimos que garantiza la Constitución
de la República a todas las provincias del país, aunque su cantidad de
población no alcance por sí misma para obtener esos diputados. Estas provincias
son: Pedernales, Independencia, Santiago Rodríguez, San José de Ocoa, Elías
Piña, Dajabón, Hato Mayor, El Seibo, Hermanas Mirabal, Bahoruco y Samaná.
También mantienen el mismo número de representantes, pero ya atendiendo a que
reúnen la cantidad de habitantes correspondientes, las provincias de Monte
Cristi, Valverde, Monseñor Nouel, Peravia, Azua, La Romana, Puerto Plata,
Sánchez Ramírez y Santiago. Del mismo modo, ese es el caso del Distrito
Nacional, que mantiene las 18 diputaciones del 2010.
Por otra parte, tenemos
9 provincias que pierden cada una un (1) diputado respecto de las elecciones
del 2010. Estas son: María Trinidad Sánchez, Monte Plata, Barahona, Espaillat,
San Juan, Duarte, San Pedro de Macorís, La Vega y San Cristóbal. En esta
categoría, tenemos 3 provincias que sufrieron un decrecimiento de la población
(Monseñor Nouel, San Juan y San Pedro de Macorís), mientras que las otras
observaron un crecimiento muy ligero en comparación con el patrón general del
país.
PROVINCIAS CON DISMINUCIÓN DE DIPUTACIONES DEL 2010 AL 2016.
PROVINCIA CARGOS 2010
CARGOS 2016
María Trinidad Sánchez
3 2
Monte Plata 4 3
Barahona 4 3
Espaillat 5 4
San Juan 5 4
Duarte 6 5
San Pedro de Macorís 6
5
La Vega 8 7
San Cristóbal 11 10
Las dos provincias que
registran un aumento de la cantidad de diputadas y diputados son La Altagracia,
que pasa de 4 a 5, y la provincia Santo Domingo, que pasa de 36 a 44, con un
aumento de 8 legisladores. El incremento poblacional de La Altagracia fue de
91,190 personas, pues pasó de 182,020 habitantes en 2002 a 273,210 en 2010; mientras
que en la provincia Santo Domingo fue de 553,152 personas, pasando de 1,821,218
en el 2002 a 2,374,370 en el 2010.
IMPACTO
EN LAS CIRCUNSCRIPCIONES.
El nuevo sistema de
representación tendrá un impacto mayor en aquellas demarcaciones que se habían
dividido en dos o más distritos electorales. Para las elecciones del año 2010
tuvimos más de una circunscripción en el Distrito Nacional y las provincias de
Santo Domingo, Santiago, San Cristóbal, La Vega, Duarte, San Juan y San Pedro
de Macorís. El incremento de 8 diputaciones para la provincia Santo Domingo,
obliga a realizar una distribución de estos legisladores entre las 6
circunscripciones electorales ya existentes. En cuanto a San Cristóbal, habría
que determinar cuál de sus tres circunscripciones sufriría la disminución de un
legislador, mientras que en los casos de La Vega, San Juan y San Pedro de
Macorís, es probable incluso que haya que reagrupar las dos circunscripciones
existentes en una sola.
Todo esto va a depender
de los resultados específicos registrados por el IX Censo Nacional de Población
y Familia y que determinan en cuáles zonas de la provincia se han producido los
movimientos poblacionales que ameritan un cambio en la representación.
Lo que sí se puede
asegurar desde ya es que los cambios demográficos registrados en los últimos
años en la República Dominicana tendrán un impacto directo en la representación
política. El modelo económico que se ha implementado en el país, conduce a migraciones
laborales que han privilegiado la concentración poblacional en el gran Santo
Domingo y en el polo turístico del este del país, mientras que otras
provincias, incluyendo algunas capitales regionales como Duarte, La Vega, San
Cristóbal, o San Juan, han visto mermado el ritmo de crecimiento de sus
habitantes y por ende, su representación legislativa.
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