ALFREDO FREITES
afreites.listin@gmail.com
Haití es uno de los
países que no conceden la nacionalidad a los hijos de inmigrantes ilegales. Haití
no brinda la nacionalidad a los hijos de residentes nacidos en su país. En la
práctica Haití niega la nacionalidad a los hijos de los haitianos porque carece
de un registro civil confiable. Los hijos de los haitianos son haitianos, pero
es algo difícil de establecer.
El gobierno haitiano,
aplicando la constitución de su país es muy celoso con la asignación del
eminente título de haitiano. Sin embargo, una cosa es para allá y otra política
es para acá. Los dominicanos tenemos que ser magnánimos. Los reparos que
oponemos son racistas, discriminadores, nazistas y todo lo peor. Está demostrado que en la política simuladora
que juega Haití, la nacionalidad
dominicana es una pelota de
fútbol que pueden patear a su antojo.
El gobierno de Haití ha
planeado bien su jugada. Ha atado cabos por doquier sabedor que su condición de
país empobrecido gana fácilmente la adhesión, la conmiseración masiva. Amarran
el apoyo internacional anclándolo en una supuesta causa legal.
Sigue siendo curioso
que Haití reclame para sus descendientes la nacionalidad dominicana. Lo menos
que se argumenta para reclamar el derrumbe del Tribunal Constitucional es que
cedamos la nacionalidad por caridad. Se ataca la sentencia del alto órgano
estatal sin haberla leído. Se hace el juego a la bien coordinada campaña contra
República Dominicana con un pavoroso desparpajo.
El gobierno dominicano
está de pie. Todavía. Los embates son muchos. Proceden de muchas latitudes. Sin
embargo, la mayoría de los países se resisten a regalar la nacionalidad a los
inmigrantes ilegales y su descendencia. El conglomerado mundial de naciones
está integrado por 194 países de los que 160 actúan como República Dominicana.
Pero la situación se va
tornando cada vez peor para la inmigración ilegal. Muchos países que han concedido facilidades para los
ilegales han ido cambiando sus legislaciones. Este tema es tan urticante que
incluso Gran Bretaña y Alemania están hablando de impedir la presencia en sus
países de trabajadores procedentes de otras naciones de la comunidad económica
europea.
Haití exige un derecho que está muy lejos de
otorgar como es la nacionalidad. Presiona. Nos quiere imponer su política. Esta
campaña contra República Dominicana marcará las relaciones en el futuro. Ceder
a las presiones marcará un antes y un después.
No hay comentarios:
Publicar un comentario