lunes, 9 de diciembre de 2013

HAITÍ EXIGE LO QUE NO DA

ALFREDO FREITES
afreites.listin@gmail.com

Haití es uno de los países que no conceden la nacionalidad a los hijos de inmigrantes ilegales. Haití no brinda la nacionalidad a los hijos de residentes nacidos en su país. En la práctica Haití niega la nacionalidad a los hijos de los haitianos porque carece de un registro civil confiable. Los hijos de los haitianos son haitianos, pero es algo difícil de establecer.

El gobierno haitiano, aplicando la constitución de su país es muy celoso con la asignación del eminente título de haitiano. Sin embargo, una cosa es para allá y otra política es para acá. Los dominicanos tenemos que ser magnánimos. Los reparos que oponemos son racistas, discriminadores, nazistas y todo lo peor.  Está demostrado que en la política simuladora que juega Haití, la nacionalidad  dominicana  es una pelota de fútbol que pueden patear a su antojo.

El gobierno de Haití ha planeado bien su jugada. Ha atado cabos por doquier sabedor que su condición de país empobrecido gana fácilmente la adhesión, la conmiseración masiva. Amarran el apoyo internacional anclándolo en una supuesta causa legal.

Sigue siendo curioso que Haití reclame para sus descendientes la nacionalidad dominicana. Lo menos que se argumenta para reclamar el derrumbe del Tribunal Constitucional es que cedamos la nacionalidad por caridad. Se ataca la sentencia del alto órgano estatal sin haberla leído. Se hace el juego a la bien coordinada campaña contra República Dominicana con un pavoroso desparpajo.

El gobierno dominicano está de pie. Todavía. Los embates son muchos. Proceden de muchas latitudes. Sin embargo, la mayoría de los países se resisten a regalar la nacionalidad a los inmigrantes ilegales y su descendencia. El conglomerado mundial de naciones está integrado por 194 países de los que 160 actúan como República Dominicana.

Pero la situación se va tornando cada vez peor para la inmigración ilegal. Muchos  países que han concedido facilidades para los ilegales han ido cambiando sus legislaciones. Este tema es tan urticante que incluso Gran Bretaña y Alemania están hablando de impedir la presencia en sus países de trabajadores procedentes de otras naciones de la comunidad económica europea.

 Haití exige un derecho que está muy lejos de otorgar como es la nacionalidad. Presiona. Nos quiere imponer su política. Esta campaña contra República Dominicana marcará las relaciones en el futuro. Ceder a las presiones marcará un antes y un después.

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