domingo, 1 de septiembre de 2013

PALABRAS DEL DR. CESAR MELLA EN EL 15 ANIVERSARIO DE GALA 23.

San Pedro de Macorís inició su existencia en el año 1822 cuando grupos que huían de la dominación haitiana llegaron a esta comarca, una aldea llamada Mosquitisol.

Revisando al historiador y cardiólogo Dr. Fermín Alvarez Santana acepta  que la fundación se produjo en la margen occidental del río Macorix, hoy  Higuamo, pero en 1846 los primeros pobladores de lo que hoy se conoce como “La punta” se trasladaron a la margen oriental del río. Algunos procedían de la barriada de San Carlos de la capital.

Hace 16 años que Sonia Torres de Mallén y varios petromacorisanos activan un colectivo de bien social llamado Fundación Gala 23.

La mayoría de ellos aunque residen en la capital van en auxilio de su pueblo y se encargan de labores humanitarias de gran trascendencia: con los ciegos, los sordos y los diabéticos.

Ellos fundaron la sala de fisiatría del  hospital Carl T. George; remodelaron casuchas destruidas por el Huracán George y dan vigencia a los valores de los amantes de las Estrellas Orientales desde 1997.

Dafne Chalas, Kalil Haché, Xiomara Binet, Antonio Zaleta y otros, siempre han estado disponibles para ayudar.

Pero ¿por qué San Pedro es tan emblemático?

Se  ha dicho que la bonanza de los ingenios azucareros que desde principios del siglo  pasado convirtió en los años 20 al “París Chiquito”  como llegó a llamarse nuestra provincia. Esto generó una importante emigración desde las islas del Caribe (los cocolos) y desde el Lejano Oriente: Líbano , Siria y otros.

Detrás de la  danza de los millones vinieron españoles,  puertorriqueños y de otras naciones.

“Son del Ingenio” diría el poeta de  nuestra tierra don Pedro Mir.

Ya Norberto James había dicho en su emblemático poema “ Los Emigrantes”, que habían llegado con sus arcos y flechas multicolores..

El Lunes pasado fui invitado por mis compueblanos a  presentar el libro “San Pedro de Macorís: Colección de oro” que recoge la historia de “Gala 23 “y una síntesis de SPM recopilada por el Dr. Fermin Alvarez Santana, gran historiador.

Improvisé palabras que me salían del corazón

Pensé en los cangrejos caminando libremente por las calles.

Recordé los 100 “big leaguers” que recorren  el mundo debajo de un pendón de caña y con el sabor a melao de su batey de origen.

Imaginé a un Pedro González en la segunda almohadilla de los Yankees emulado ahora por Robinson Canó.

Pero ¿y el primer hidropuerto internacional: dónde estuvo?

¿Y las primeras emisoras de radio, y los primeros periódicos en el país, dónde se producían?

¿Y la bella historia de nuestro ateneo, nuestro ayuntamiento y los teatros operáticos?. Ahí Moran Dominguez Charro, los hermanos Deligne y los Villegas.

Cuando  Antonio Zaglul me contaba cosas de Luis E. Aybar, Francisco Moscoso Puello y Carl Theodore George, me fascinaba.

¿Y don Frank Comarazamy, y doña América y su hijo René Del Risco Bermudez, de dónde son?  ¿Le pregunto  a Mauricio Báez?

¿Sabía usted que el correo, el teléfono y el telégrafo llegaron temprano a una tierra bañada por ríos y  por mares como dirían los médicos de allá Ariel Pérez Ubiera, Jesús Feris Iglesias y Carlos Juan Musa?

¡Oh Tomasito Binet , Cabo Cleto!, que hicieron del músculo, la velocidad y la humildad una vocación.

Caramba: ¡Olinda Del Giudecci y Dolores Basora! Inolvidables profesoras que me tocó disfrutar. ¡Enhorabuena Macorís del Mar!

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