Alístese. No necesitará
mucho. Solo ropa ligera, algo para tapar la cabeza del sol, cámara fotográfica,
protector solar para la piel y una pastillita de esas que previenen el mareo
(si fuera necesario). Una vez el barco se aleja del muelle, pero igual a pocos
kilómetros de la costa, el espectáculo anual de observación de ballenas
jorobadas en la bahía de Samaná y sus alrededores está a punto de comenzar.
La temporada arrancó
oficialmente el pasado miércoles 16 de enero y concluirá a finales de marzo.
En lo que se produce el
encuentro con los cetáceos, los guías le hablarán de las jorobadas, de por qué
llegan cada año a estas aguas a aparearse, a reproducirse y a amamantar a las
crías; de sus hábitos, de su papel en la biodiversidad, de las amenazas que las
acechan y de la importancia de su conservación.
Luego le pedirán que
los ayude a encontrarlas siguiendo el curso de las manecillas del reloj como
lenguaje común para localizarlas.
Pero al avistarse
provocan todo tipo de reacciones en los visitantes: gritos de admiración,
suspiros, aplausos… Todo este ritual es conocido por quienes año tras año o en
alguna ocasión las han observado.
Si usted lo hace por
primera vez, disfrute la emoción de vivir una de las experiencias ecoturísticas
más esperadas del año.
FIELES A
LAS AGUAS DOMINICANAS.
La semana pasada, varias instituciones firmaron un acuerdo de entendimiento para garantizar el cumplimiento de las regulaciones que rigen la temporada de observación de ballenas 2013 en las costas del Atlántico dominicano.
En el encuentro
realizado en el salón de actos del Ayuntamiento de este municipio participaron
representantes del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, la Marina
de Guerra, la alcaldía de Samaná, el Centro para la Conservación y
Ecodesarrollo de la Bahía de Samaná y su Entorno (Cebse), Atemar, Fundemar, la
Asociación de Barcos de la Bahía de Samaná y el Ministerio de Turismo.
Entre otros puntos,
estas instituciones se comprometieron a establecer y aplicar un sistema de
vigilancia y control y a fortalecer el sistema de monitoreo de los mamíferos
marinos en los bancos de La Plata y de La Navidad, “para garantizar la
observación de ballenas sin perturbación de sus actividades normales de
reproducción”.
La mayor afluencia de
observadores de ballenas jorobadas tiene lugar en la Bahía de Samaná,
especialmente en los alrededores de Punta Balandra, lugar donde en 2011 fue
inaugurado un observador terrestre.
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