MEXICO.- El adolescente mexicano Andrew Almazán Anaya, de 16 años, considerado un niño prodigio por su precocidad intelectual, se graduo como psicólogo, mientras simultáneamente culmina los últimos semestres de la carrera de medicina.
Almazán, cuya vertiginosa formación profesional ha atraído la atención del país, declaró en una entrevista con Efe que se prepara para continuar con sus estudios en los campos de la neurociencia y la neuropsicología.
Ataviado con corbata y bata de médico en su oficina del Centro de Atención al Talento (CEDAT), una pequeña escuela de aprendizaje para superdotados fundada por su padre y su madre hace un año, Andrew gesticula poco y habla rápidamente con los ojos fijos en su interlocutor.
“Desde que era pequeño no sólo me ha gustado la medicina y la psicología, sino también la geografía, la astronomía, la historia, e incluso la filosofía. Pero como son varias áreas las que me han interesado, lo que me llega es a faltar tiempo para poderlas realizar todas”, dice.
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