Daniel Cambridge, un trabajador de los almacenes de la empresa Waterstone, en la localidad inglesa de Burton-upon-Trent, ha sido despedido por echar demasiados gases durante las horas de trabajo, según informa Mirror.co.uk.
Por su parte, Daniel, de 27 años, afirma que su problema de flatulencias es un efecto secundario común del antidepresivo 'Citaloprama', que ha estado tomando durante las tres últimas semanas. Incluso ha entregado el prospecto en el que lo especifica a la gerencia del almacen.
"Estoy realmente enfadado. No puedo creer que me hayan despedido por echar gases. Sé que no me van a devolver mi trabajo... y realmente me gustaba", ha afirmado a la publicación. "Podría entender que me despidiesen por pelearme o por otras cosas, pero por echar gases es algo ridículo".
El afectado va más allá aun, "para mí es como tener una discapacidad. No puedes echar a alguien porque le falte una pierna o un brazo". Daniel trabajaba en la empresa desde septiembre y, según le informaron, en los últimos días el almacen había recibido hasta 35 quejas en 48 horas.
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