CESAR MORALES.
LO QUE HUMILDEMENTE PERCIBÍ:
-No hubo que dar los
famosos 500, ni tampoco pica pollos.
-Prácticamente no
fueron empleados públicos, por temor a ser cancelados.
-Mucha gente dejó de ir
debido a que había juego de beisbol en el estadio Quisqueya.
-Cuando la marcha llegó
al parque Independencia, todavía había gente saliendo del punto de partida, 27
de Febrero con Máximo Gómez.
-La gran mayoría
vestidos de verde, el color de los Serie 23, el color de la esperanza.
-Con excepción de
algunos que estuvieron allí, la mayoría de los políticos brillaron por su
ausencia.
-Tampoco fueron muchos
artistas y periodistas, lo cual se entiende pues muchos de ellos están
comprometidos con los beneficios que les provee el sistema.
-Los participantes eran
de todas las clases sociales, sobre todo media y alta, lo cual deja mucho que
decir.
-A pesar de haber un
exceso de policías y militares, no hubo provocaciones y mucho menos heridos,
como suele ocurrir en estos tipos de eventos.
-Participaron gente de
todas las edades, religiosos y muchos minusválidos que apenas podían caminar.
-Durante todo el trayecto
iban jóvenes con fundas plásticas, recogiendo los desperdicios; el parque
Independencia, al terminar la actividad, fue dejado más limpio de como estaba
antes del evento.
-Había poca gente del
interior y, los pocos que fueron, pagaron sus propios pasajes; en mi caso solo
pude ver apenas 4 de San Pedro, aunque hubo un poco más.
-No fue necesario
promocionar la misma con muchos meses de antelación, la gente acudió de forma
masiva, espontánea y decidida.
-Por último, y no menos
importante, todos y cada uno de los participantes sintió la satisfacción de
haber asistido al llamado de la patria, con mucho entusiasmo, a cumplir con el
deber.
Para el próximo mes
está pautado un concierto para dar continuidad al movimiento.
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