El nombre de San Pedro de Macorís salió a relucir en las
investigaciones que realizan las autoridades en el caso de la desaparición de
la niña Carla Massiel, cuyos órganos fueron supuestamente vendidos en la
capital de la Republica.
En un reportaje de la edición
dominical del periódico Listín Diario publicado en la página 4A, señala que la fiscal
Olga Dina Llaverias, agentes de la Dirección Central de Investigaciones
Criminales (DICRIM) de la Policia Nacional y el Instituto Nacional de Ciencias
Forenses (INACIP). Acordonaron un área donde aparecieron las osamentas que
presumen es de la niña desaparecida.
El reportaje menciona a
San Pedro de Macoris en el párrafo siguiente:
Según vecinos, el
terreno de la vivienda donde se efectuó la operación fue habitado,
anteriormente, por un presunto delincuente conocido como “El Flaco”, quien fue
abatido en noviembre del año anterior durante un enfrentamiento con la Policía
y varios hombres que habrían robado un vehículo, en San Pedro de Macorís, con un niño
dentro.
Según reportes de esa
fecha divulgadas vía Twitter por el vocero policial de entonces, el automóvil
pertenecía a un sargento de la institución, cuyo hijo de 4 años de edad salió
ileso. Termina la cita.
Una versión periodística señala que
el vehículo fue robado en la calle José Rojas casi esquina Carlos Ordóñez de
Placer Bonito, en San Pedro de Macorís, a un agente de la Policía identificado
como “Joel”, y que dentro del mismo estaba un hijo de este último menor de
edad.
De los muertos, se dijo que uno es un
agente policial solo identificado como El Bebé y el otro un civil no
identificado. Al parecer el civil no identificado es el tal “El Flaco”.
El robo de la jeepeta
se produjo el lunes 9 de noviembre 2015, feriado de la Constitución casi 5
meses después de la desaparición de la
niña, la cual fue raptada al salir de una iglesia el jueves 25 de junio del
2015.
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