MEXICO.- Se ha
comprobado que la toxina del escorpión azul (Rophalurus junceus) no interfiere
con otros tratamientos que se aplican a pacientes con cáncer, como la
quimioterapia, los citostáticos, la cirugía o las radioterapias.
Sin embargo produce una mejora sustancial en
la calidad de vida de enfermos con cáncer avanzado. Señal el doctor Alfredo E.
Lau, médico cirujano y catedrático del hospital León Cuervo de la ciudad cubana
de Pinar del Río.
El cual dictó una
conferencia en el centro de salud Dellser, que tiene un acuerdo con Labiofam,
para promover en México sus productos de salud.
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