TONY MOLINA.
La música urbana va
rumbo a una crisis que sus intérpretes difícilmente puedan detener, ya que este
estilo va en caída libre. Estos no se han preocupado por mejorar sus
presentaciones en vivo y en televisión. Para alcanzar espectáculos de más
calidad, perfección, con recursos escénicos
y atractivos que muevan multitudes.
Los denominados
artistas urbanos se han convertido en fonomimicos, que engañan a sus fans con mímicas
muy mal hechas, tanto en espectáculos en vivo como en la televisión. Muchos
llegan al irrespeto de que en ocasiones no se saben los temas que están
doblando.
Esto trae como
consecuencia, que resultan muy deficientes las mímicas que hacen, ya que al no
saber cuando entran y salen en la parte vocal hacen el ridículo. Algunos que conocen el genero dicen que inclusive algunos no cantan en los temas que supuestamente han grabado. Peor, quieren
cobrar a los empresarios un monto que no justifica el deficiente trabajo que
hacen en el escenario.
LA
FONOMÍMICA: (en inglés lip-synch, sincronización de
los labios) es el arte de mover la boca fingiendo reproducir la voz grabada
(propia o ajena). Se utiliza en espectáculos musicales que requieren un gran
despliegue físico por parte de los cantantes o cuando, simplemente, estos no
son capaces de reproducir la calidad obtenida en estudio.
Si bien se sospecha que
su uso está muy extendido, hay un caso que fue admitido públicamente: el grupo
Milli Vanilli, que se vio obligado a devolver un Premio Grammy.
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