SANTO DOMINGO, RD.- Una
joven de 20 años fue asesinada por su esposo, porque entendía que ella dejó de
amarlo y que tal vez pensaba en otro hombre.
Esto le vino a la cabeza porque sus padres se
la llevaron de vuelta al hogar materno en el Seibo. A ella le gustaba la
longaniza, ignorando que la carne porcina puede llevar parásitos al cerebro y
generarle una cisticercosis y alterarle su conducta.
Consumado el hecho, el celoso marido se enteró
luego, en la cárcel, que su mujer no dejó de quererlo, sino que el cerebro de
su esposa había perdido la capacidad de amar, por culpa de la cisticercosis que
le provocó la tenia solitaria que se transmite al ser humano, a través de la
ingestión accidental de quistes larvarios de tenia, según la definición de la
Organización Mundial de la Salud (OMS), y que afectó la parte afectiva a la
malograda joven.
FUENTE DIARIOLIBRE
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