Tras someterse a una
cirugía de doble hernia deportiva para aliviar un problema estomacal que le
afectó más de lo que él había revelado, Robinson Canó saltó al terreno para
participar en los entrenamientos de los Marineros y confesó que está ansioso
por empezar de cero.
Canó tuvo la peor
primera mitad de una campaña en su carrera el año pasado, pero luego supo
reponerse a la ofensiva - bateando para .330 en los últimos 92 juegos -mientras
lidiaba con dicha molestia estomacal que le dificultó correr y limitó su
alcance a la defensa.
Pero Canó dijo que se
siente al “98 por ciento” ahora físicamente, y que está listo para tener un
nuevo comienzo en un campamento lleno de caras nuevas y un nuevo dirigente,
Scott Servais. Y sí, el arranque flojo del año pasado sirve de motivación.
“Por supuesto”, exclamó
Canó. “Mi temporada comienza hoy. Es algo por lo que no deseas pasar como
jugador. Pasas por un comienzo flojo y luego tienes que apresurarte para
reaccionar en la temporada. Quiero empezar de cero desde el primer día de los
entrenamientos”.
¿Qué tanto le afectó su
problema estomacal el año pasado?
“Me afectó bastante”,
confesó Canó. “Hubo ocasiones en las que no podía dormir o cosas así. Pero soy
alguien al que no le gusta dar excusas. Fue un momento bien duro para mí, y
solamente mi familia lo sabe. Hubo un día en que le dije al preparador físico,
‘No puedo seguir más. Necesitamos encontrar la manera, porque mi cuerpo se
siente como de 40. Algunas veces con solamente correr hacia la inicial me
siento bastante cansado’. Pero Gracias a Dios estoy sano y de regreso, y espero
permanecer en salud este año”.
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