SAN PEDRO DE MACORÍS, RD.- Aníbal Ramírez, el enano recoge bates y
animador de las Estrellas Orientales cuando el equipo ganó su último campeonato
(1967-68), está convencido de que fue quien llevó la suerte a la escuadra con
sede en San Pedro de Macorís.
Y es que, según revela, llegó al conjunto oriental en la campaña 1966-67
y al año siguiente la escuadra verde conquista su primera corona después de un
letargo que inició en el 1954, cuando ganó su título anterior.
“Las Estrellas eran un equipo sotanero y su suerte cambió con mi llegada
al equipo”, asegura Ramírez, quien cuenta hoy con 72 años de edad. Recuerda que
vivió dos etapas con las Estrellas, la primera desde el 1966 hasta el 1980 y,
luego, desde el 1990 hasta el 1993.
“Busquen las estadísticas y se encontraran con que las Estrellas, desde
el 1966 hasta el 1980 ganó una corona y fue cuatro veces sub campeón, es decir,
que estuvo cinco veces en la final”, expone Ramírez para reforzar su afirmación
de que le dio buena suerte al equipo oriental.
En la Serie Final. Las Estrellas estuvieron en la Serie Final del torneo
de béisbol invernal en las temporadas 1968-69, donde perdieron del Escogido
(5-1); 1972-73, cuando cayeron frente al Licey (5-2); 1977-78, contra las
Aguilas (5-2) y 1979-80, en la que resultó ganador Licey (5-1). Durante los
años 1990-93, el equipo verde fue a una final (1991-92), la cual perdió del
Escogido (4-1).
Desde el 1954, cuando conquistó su corona anterior, hasta el 1968, cuando
volvió a coronarse, las Estrellas habían avanzado en dos ocasiones a la Serie
Final: 1957-58 y 1959-60.
Ramírez asegura que aunque le llevó buena suerte a las Estrellas para
que, incluso, ganara el campeonato, eso no se tradujo en beneficio para quien
entonces era su recoge bates.
“No me sentí bien tratado nunca por los directivos, aunque desarrollé muy
buenas relaciones con los jugadores de la época, sobre todo con el Rico Carty,
Rafael -El Gallo- Batista, Félix Santana y el mismo manager, el cubano Tony
Pacheco”, recuerda.
Y a propósito del cubano Pacheco, el llamado Enano de las Estrellas,
considera que no debió irse sin dar otro título a la escuadra de San Pedro de
Macorís.
“Y las condiciones estaban dadas, pero el presidente de las Estrellas,
Rafael Antun, no lo conservó, a pesar de ser un manager ganador”, dijo.
Su vida pudo ser diferente Ramírez reveló que recibió ofertas, “muy
buenas ofertas”, de los Astros de Houston y los Piratas de Pittsburhg para
trabajar como recoge bates de esas organizaciones, pero que Antún se opuso.
“Aunque estaba en disposición de darme la libertad y ofrecerme las
facilidades, Rafael Antún no lo hizo acogiendo sugerencia del señor Canto”,
agrega.
Asegura que su vida hubiera dado un cambio significativo, ya que ganaría
para la época en buen dinero (en dólares) y no el pírrico pago que recibía del
equipo oriental.
Recuerda que para la época, Guillermo Mota, del Licey y él, de las
Estrellas, eran los recoge bates más populares del béisbol invernal dominicano.
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