COOPERSTOWN (EEUU).- No
fueron cientos, fueron miles los dominicanos que se trasladaron al pequeño
poblado de Cooperstown que se encuentra a 200 millas de la ciudad de Nueva
York, algo más de 3 horas y 30 minutos de carretera, para acompañar a Pedro
Martínez en el día de su exaltación al
Salón de la Fama.
Pero el 26 de julio del
2015 quedará en la historia de Cooperstown como el día de la invasión efímera y
pacífica de una comunidad que quiso decir presente en un hecho que tan solo se
ha producido por segunda vez en un espacio de 32 años.
“Yo estuve aquí cuando
Marichal (Juan) fue exaltado, dice Rafael Carrión, un nativo de San Pedro de
Macorís que dice tener 40 años residiendo en Manhattan. “Fue una tarde de verano muy parecida a
esta”, agrega.
FUENTE 7 DIAS
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