PABLO LINDE - PERIODICO EL PAIS.
En ocasiones, evitar muertes de recién nacidos es más barato que no hacerlo. En un hospital de la República Dominicana han reducido la mortalidad sin aumentar los medios.
En ocasiones, evitar muertes de recién nacidos es más barato que no hacerlo. En un hospital de la República Dominicana han reducido la mortalidad sin aumentar los medios.
La lucha por la salud y
los avances médicos suelen ser costosos, pero salvar vidas sale en ocasiones
más barato que no hacerlo. Porque en muchos lugares del mundo, disminuir la
mortalidad, especialmente la infantil, se puede lograr de forma espectacular
con muy poco.
En el hospital Antonio
Musa, de San Pedro de Macorís (República Dominicana) la redujeron a la tercera
parte en solo unos años con algunas soluciones tan sencillas como uso de
guantes, lavado de manos, cambio de ropa en las parturientas y esterilización
de materiales, entre otras.
Y no solo evitaron
fallecimientos, sino que les salieron las cuentas: cada infección de un neonato
requería unos tratamientos que suponían una media de 200.000 pesos (casi 3.900
euros). Con ese dinero pueden comprar ciertos materiales para atender al parto
durante todo un año.
Todo empezó en 2007,
con un plan de acción de la mano de Unicef que sirvió para identificar todas
las debilidades del recinto en materia de mortalidad infantil e infecciones
durante el parto. Y se dieron cuenta de que eran muchas, algunas de ellas
sorprendentes.
Las salas de partos no estaban restringidas,
los equipos desechables se reusaban, no se utilizaban jabones antisépticos, el
personal sanitario salía a la calle con la ropa con la que atendía el alumbramiento
y no contaba con una formación suficiente, se empleaban las mismas tijeras para
la episotomía y para cortar el cordón umbilical.
Los suelos estaban sucios y eran una fuente de
infecciones, los grifos para que los médicos se lavasen las manos no disponían
de un pedal de accionado, con lo que tenían que tocar la manivela tras el
enjuague… Pueden parecer errores de principiante, pero se cometían en un centro
hospitalario y hoy día son muchos, en países en desarrollo, los que caen en
estos mismos errores por no proceder a una identificación sistemática para
erradicarlos.
En 2007, 34 niños
murieron en la maternidad del hospital. En 2009, cuando se comenzaron a
implementar las medidas más simples, fueron 22.
Hoy esta última cifra
se ha reducido a la mitad y hace más de cuatro años que ningún bebé fallece por
una infección gracias a estas medidas y otras más complejas. Los responsables
del Antonio Musa cuentan todas estas mejoras con la humildad de quien ha
aprendido a hacer las cosas y bien y con la ambición del que quiere seguir
avanzando.
El hospital está dentro de un programa de
Unicef que lo cataloga como “amigo de la niñez”, que les distingue por sus
buenas prácticas, al tiempo que les conmina a ser pionero en el país y ejemplo
para el resto de los centros sanitarios.
Después de aplicar
estas medidas aparentemente sencillas, pero que requirieron todo un cambio de
procesos y de mentalidad, se pusieron a trabajar en otras más complicadas.
El ginecólogo Silvio
Thomas Anderson explica cómo dieron una vuelta a la burocracia para que
estuviera al servicio de las embarazadas: “Antes, para el primer control, la
mujer tenía que venir, pedir cita y que le atendieran días después. Hoy en la
primera visita ya se va con el primer chequeo y los análisis hechos, con una
primera orientación para lo que serán los nueve meses de gestación”.
Este detalle de
saltarse una visita al hospital, que puede parecer una simple comodidad para
los usuarios del sistema, es mucho más en un lugar como San Pedro de Macorís,
con un núcleo urbano pequeño que atiende las necesidades de decenas de
asentamientos cuyos habitantes tardan, en ocasiones, horas en llegar. Puede
suponer la diferencia entre que la futura madre esté monitorizada y asesorada
de la mejor forma o que no vuelva nunca por el hospital hasta el día que tenga
que parir.
Cada infección de un neonato costaba casi 3.900 euros en
tratamientos. Con ese dinero se pueden comprar materiales para atender al parto
durante un año.
MAS EN...http://elpais.com/elpais/2015/01/14/planeta_futuro/1421236650_956298.html.
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