El presidente de
Uruguay, José Mujica, se acercó a despedir los restos de Chiza Zorrilla con su
mascota en brazos y llamó la atención de todos los presentes.
Fiel a su estilo
descontracturado y hasta simpático, el jefe de Estado uruguayo causó furor en
todos los medios al apersonarse en la despedida de la legendaria actriz con su
pequeño perrito en brazos.
Ayer, el gobierno
uruguayo le dio el último adiós a la magnífica actriz en el Salón de los pasos
Perdidos. Se le rindieron Honras de Estado como Personalidad de la Cultura,
para finalmente enterrarla en el cementerio central de la capital uruguaya.
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