SANTO DOMINGO, RD.-
En un informe del Banco Mundial se
estima que a diciembre de 2013, la deuda consolidada del sector público era de
aproximadamente 45% del PIB, por encima del 33% del 2007. Pero después de
emitido este informe del BM, este ratio ha continuado aumentando, hasta
situarse en más de 48% del PIB, a junio de 2014.
Para evitar “una senda
explosiva” de la deuda del sector público, el Gobierno debería mejorar su
monitoreo de la deuda, y mitigar los riesgos y vulnerabilidades en los ámbitos
fiscales y externos, afirman un grupo de economistas del BM. “Un déficit
primario peor a lo esperado o un shock sobre la tasa de cambio podrían resultar
en unos niveles insostenible de la deuda pública”, señalan.
Destacan el hecho de
que la información sobre la evolución de la deuda consolidada del sector
público “está fragmentada en diferentes instituciones”, lo que socava el
control y las proyecciones. Por esta razón, aconsejan integrar los datos
faltantes de las empresas estatales no financieras, de las entidades autónomas
y los municipios.
También aconsejan que
se realice una “evaluación exhaustiva” de los pasivos contingentes, lo que
permitiría obtener datos fidedignos del peso potencial de la deuda.
Estos pasivos consisten
en las obligaciones surgidas de sucesos pasados, que con cierto grado de
incertidumbre pueden ser consecuencia de sucesos futuros. Un ejemplo de pasivos
contingentes son los avales o garantías que el Estado otorga a favor de terceros,
como fueron los otorgados a 32 empresas de zonas francas para que obtuvieran
préstamos en el Banco de Reservas por un monto total de RD$1,200 millones. Este
préstamo, el Estado debió pagarlo.
ECONOMÍA QUE NO GOTEA.
En República
Dominicana, el PIB ha crecido a una tasa promedio anual de 5.58% durante el
período 1991 -2012. Se sabe, por repetición, que es una de las tasas de
crecimiento más altas de América Latina.
Sin embargo, el “efecto
de goteo” de este alto crecimiento que perduró durante 20 años, “no se ha
materializado en la reducción de la pobreza”, según el informe del Banco
Mundial, publicado en marzo de 2014, pero no conocido por la prensa.
El grupo de economistas
contratados por el Banco Mundial realizó una evaluación de la gestión del gasto
público y la responsabilidad financiera del Estado dominicano.
Y el resultado es el
informe titulado: “La necesidad de espacio fiscal y de mejoras en el uso de los
recursos públicos en la República Dominicana”.
Para abril de 2012, la
tasa de la pobreza en el país se había situado en 39.7%, que si bien representa
una importante reducción comparado con el nivel de 49.7% registrado en abril,
aún es mayor al 32.3% de abril de 2002. O sea, en 10 años el país no pudo
recuperar el tiempo perdido.
Entre las conclusiones
del estudio, está la de atribuir el relativo fracaso en el combate a la
pobreza, a algunas rigideces estructurales presupuestarias, que achican el
espacio fiscal necesario para impulsar el desarrollo humano a través de las
políticas públicas. Citan las bajas recaudaciones tributarias, el persistente
déficit del sector eléctrico, y las deficiencias en el proceso de formulación,
ejecución y control del presupuesto.
Estas conclusiones
surgen a posteriori de la reforma tributaria que el Gobierno de Danilo Medina
realizó en noviembre de 2012, a unos tres meses de su toma de posesión, lo que
según los economistas del BM, significó el despliegue de “algunos esfuerzo para
hacer frente a la situación”.
De esta “amplia reforma
fiscal” se espera un incremento de los ingresos públicos en 1.4 puntos
porcentuales del PIB, observan, además de los provenientes de la renegociación
del contrato con la minera Barrick Gold.
INGRESOS INSUFICIENTES
Pero según el informe
del BM, esto no es suficiente para “alcanzar una senda de crecimiento
sostenible”, por lo que se necesita una agenda de reforma integral de la
política fiscal y la gestión de las finanzas públicas.
De hecho, aun después
de la reforma tributaria de noviembre de 2012, la República Dominicana se
encuentra con el espacio fiscal más reducido “que haya experimentado desde
2006”. Explican que resultado de esto, el país ha registrado déficit primarios
desde 2008 (que es el saldo, sin incluir los intereses de la deuda pública) lo
que resultó en que la relación de la deuda y el PIB se haya incrementado
significativamente.
PROPONEN EVITAR NUEVAS
DEUDAS.
El BM aconseja evitar
el endeudamiento adicional, sobre todo, refinanciamientos del stock que no
resulten en mejores condiciones.
Sugiere al Gobierno que
evite el “seignorage” (emisión de inorgánicos) porque puede perjudicar la
estabilidad macroeconómica, aunque reconoce el compromiso de las autoridades
con una meta de inflación que busca la estabilidad de precios.
También propone la
racionalización del gasto, y el incremento de los esfuerzos fiscales. Además,
que se enfrenten las ineficiencias del sector eléctrico.
FUENTE DIARIO LIBRE.
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