JESUS FERRIS IGLESIAS
Hemos escuchado y leído
algunas imprecisiones sobre la Fiebre Hemorrágica del Ébola, las cuales, por su
importancia social es de interés rebatirlas o por lo menos exponer nuestras
consideraciones.
Primera imprecisión:
“hay que cerrar la frontera con Haití para que no entre la enfermedad, ya que
esta nación tiene dos vuelos semanales con África”. Hemos investigado tales
vuelos y resulta que éstos no existen. No hay ninguna línea aérea que tenga
vuelos directos entre el Caribe y África. Además, África es un continente muy
grande y debieron precisar los países de ese continente que tenían vuelos
directos con el Caribe.
Pensamos que los
viajeros haitianos o africanos que volarían de África a Haití y viceversa, en
caso de que fuera cierta esta información, deberían ser funcionarios del
gobierno de uno de esos países, individuos del cuerpo diplomático, personas
adineradas, profesionales o estudiantes pudientes. Estas personas, por sus
condiciones socio-económicas, no serían las que entrarían a pies, ilegales o en
guaguas por nuestra frontera con Haití. Además, como hemos dicho antes, el
contagio del ébola es por contacto directo con el enfermo a través de la sangre
y secreciones, muy diferente al cólera, malaria, dengue y chikungunya.
El cólera es una bacteria
que se aloja en los intestinos del humano y se transmite por las heces que a su
vez contaminan el agua primordialmente. La malaria o el paludismo necesita un
vector, mosquitos, pero que son totalmente diferentes a los que transmiten el
dengue y la chikungunya.
Segunda imprecisión:
“si entra el ébola al país será de manera masiva como la chikungunya”. En caso
remoto de que el ébola entre al país, será a través de una o dos personas, a lo
sumo, que estén padeciendo la enfermedad, nunca masivamente. Esto así, porque
el contagio es personal con sangre y secreciones de la persona enferma con una
sana. Tal y como hemos expresado anteriormente, no se transmite por el aire, ni
por agua, ni comidas debidamente cocidas y tampoco por vectores como los
mosquitos.
Tercera imprecisión:
“el ébola la estaremos esperando por los aeropuertos y entrará por los puertos
marítimos”. Consideramos que así como no tenemos comunicación aérea directa con
los países que tienen epidemia de ébola en el África occidental, tampoco la tenemos
directamente por barcos. Más aún, los barcos, sobre todo los cargueros, que
podrían tener contacto directo con algún país epidémico, tardarían en llegar a
la República Dominicana más días que el período de incubación del virus que
como promedio son de 8 a 10 días en esta epidemia a pesar que puede ser tan
corto como dos días y a lo sumo 21.
No obstante lo que
hemos expresado, tampoco debemos bajar la guardia. Por eso debemos demandar a
las autoridades preparar al país con una sala de aislamiento de alta seguridad
con presión negativa y aires acondicionados con filtros de máximo filtrados de
microorganismos, así como disponer de los equipos de protección para este tipo
de emergencias.
Aprovechemos una
amenaza remota como la presente para ir organizando el país a responder algún
día, aunque ojalá que nunca, a un evento como lo están padeciendo países muy
pobres y lejanos al nuestro.
Mientras, sin bajar la
guardia por parte de las autoridades sanitarias del país, vivamos sin temor a
que entre el ébola entre nosotros.
FUENTE PERIODICO HOY.
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