SANTO DOMINGO, RD.- Cada año, la República Dominicana tira al vertedero cerca de 265
millones de dólares. Literalmente, pues esto es lo que pierde el país por no
aprovechar completamente su potencial
para reciclar en el mercado interno y para exportar desechos sólidos.
Si se considera la
energía que se deja de producir con material orgánico y el hecho de que la
República Dominicana exporta material “sucio” (que vale 60% menos que el
“limpio” o recolectado en origen), la cifra se multiplicaría casi por tres.
El cálculo es del
coordinador de políticas ambientales del Ministerio de Medio Ambiente y
Recursos Naturales, Domingo Contreras, quien plantea que es preciso dejar de
tratar la basura como basura (valga la semántica) y empezar a concebirla como
una industria.
El funcionario hizo el
planteamiento este viernes durante un taller dirigido a comunicadores, titulado
“Del caos de la basura a la industria de los residuos sólidos dominicanos”.
Para la industria a que
aspira, el material primario no faltaría. Explica que en el país se produce
alrededor de 11,500 toneladas de basura al día y, de eso, el 89% puede ser
reutilizado.
Pero todavía los
niveles de reciclaje, que están entre un 5% y un 7%, son muy reducidos.
Según explica
Contreras, en algunos puntos del país ya se están haciendo esfuerzos
destacables, como en Santiago, que se perfila como el municipio puntero en el
manejo de desechos sólidos. De hecho, se espera que en tres meses se pueda
reciclar el 80% de los desperdicios, gracias a que cuenta con la primera planta
de tratamiento de basura en un vertedero del país.
En otro sentido,
considera que es preciso animar el nivel de demanda interna de desechos para
reciclaje, puesto que el país, que exporta US$20 millones al año, tiene un
consumo muy pobre a nivel local.
Al respecto, detalla
que se debe a que el país no tenía buen nivel de calidad en la industria de
reciclaje, pero ya se están instalando empresas que cambian el escenario.
“Ahora, ya con empresas
de calidad mayor, va a ir fortaleciendo esa capacidad de que la industria
nuestra tenga que utilizar material reciclable”, proyecta Contreras.
También hace hincapié
en que las industrias generadoras de los materiales de uso habitual, sobre todo
los envases de alimentos, deben pensar más en el impacto que tienen sus
diseños. Recomienda que sean reusables o
cuyo retorno a la empresa tenga un valor.
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