El Vaticano ha anunciado que promoverá una
"pastoral de misericordia" para aquellos que están en situaciones de
irregularidad canónica, como los que conviven, los divorciados, los separados,
los divorciados vueltos a casar, las madres solteras o las parejas del mismo
sexo y sus eventuales hijos, durante la presentación esta mañana del
Instrumento de trabajo que será usado por los obispos de todo el mundo durante
Sínodo sobre la familia, que se celebrará del 5 al 19 de octubre.
El Instrumento de trabajo, que se estudiará durante el
Sínodo que dará lugar a una nueva exhortación apostólica del papa Francisco,
constituye un diagnóstico de la preocupación por las situaciones familiares,
fruto de las respuestas enviadas al Vaticano por episcopados, congregaciones y
movimientos de todo el mundo.
De este modo, el secretario general del Sínodo de los
obispos, el cardenal Lorenzo Baldisseri, ha puesto de manifiesto que serán
consideradas en manera particular las situaciones pastorales difíciles que se
refieren a las situaciones de "convivencia y uniones de hecho, separados
divorciados, divorciados vueltos a casar y sus eventuales hijos", aquellos
que se encuentran en condiciones de "irregularidad canónica" o que
piden casarse por la Iglesia "sin ser creyentes o practicantes".
Sobre los divorciados vueltos a casar, el secretario
del Sínodo de obispos ha reconocido que "viven con sufrimiento su
situación de irregulares en la Iglesia" y ha sentenciado que la Iglesia
"se siente interpelada a encontrar soluciones compatibles con su
enseñamiento, que guíen una vida serena y reconciliada".
Así, ha
manifestado la "relevancia" de "de simplificar y agilizar los
procesos judiciales de nulidad matrimonial". Sobre los que se casan
"sin fe explícita", ha reclamado "mayor atención de la pastoral
eclesial" y una "mejor calidad" en los cursos de preparación del
matrimonio para que los esposos puedan continuar siendo "recién casados
después de la boda".
CUIDADO A LOS HIJOS DE
PAREJAS DEL MISMO SEXO.
Sobre las
parejas del mismo sexo, Baldisseri ha distinguido contextos, según la
legislación civil sea "más o menos favorable", y ha puesto de
manifiesto la necesidad de un "cuidado pastoral de las Iglesias
particulares", sobre todo pensando en "las cuestiones relacionadas
con los eventuales hijos".
"Urge permitir a las personas heridas de curarse
y reconciliarse, encontrando de nuevo confianza y serenidad", ha agregado.
Por eso, ha promovido la necesidad de una pastoral capaz de ofrecer la
"misericordia que Dios concede a todos sin medida", al tiempo que ha
evidenciado que la Iglesia tiene que "proponer no imponer",
"acompañar y no empujar" e "invitar y no expulsar".
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