miércoles, 8 de enero de 2014

2014 Y LA ASPIRACIÓN DE ALCANZAR UN MEJOR NIVEL DE VIDA.

Manuel Díaz Aponte

El inicio de un nuevo año plantea diversas interrogantes relacionadas casi siempre al bienestar individual y colectivo de una sociedad sin importar cultura, raza y el país de procedencia; lo cierto es que el ser humano lucha cotidianamente y fundamentalmente por obtener un mejor nivel de vida.

La gran ironía es que en muchos casos esa prosperidad nos llega en circunstancias adversas imposibilitándonos entonces poder disfrutar de lo que por años luchamos. De ahí, es que algunos pensadores entienden que se debe disfrutar el día a día en este planeta tierra que habitamos.

Soy de los que piensan que debemos vivir en forma equilibrada, es decir, esforzándonos por obtener logros tangibles en el plano individual, profesional, familiar y colectivo pero sin llegar jamás a sacrificar la propia existencia humana.

¿De qué vale acumular riquezas poniendo en riesgos la salud y nuestro equilibrio físico-mental, para finalmente convertirnos en dependiente de la ciencia médica y de los fármacos?   

Así todo el esfuerzo, sacrificio y dedicación entregada a una causa determinada, como por ejemplo, construir, levantar y sostener un negocio se  nos iría de las manos en el momento menos esperado.  

Una de las metas más importantes, tangibles y perecederas por la que la sociedad debe luchar es alcanzar un nivel educacional que permita la transformación colectiva de todo el espacio social en que nos desenvolvemos.

En realidad, la gente cambia de posición, estatus y nivel económico y social cuando se educa. En naciones desarrolladas como Dinamarca; Islandia, Corea del Sur,  Noruega, Israel, Nueva Zelanda y Estados Unidos las transformaciones individuales o colectivas han sido inspiradas primeramente a través de la educación.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que congrega a los 34 países más ricos del mundo tiene una evaluación en torno a las inversiones en educación, que nos parece oportuno compartir. 

En tanto, el gobierno dominicano ratificó las garantías de que serán respetados los derechos de las personas de origen haitiano y anunció que en las próximas semanas se avanzara en una legislación adicional para dar respuesta a todos los casos o contemplados en el Plan de Regularización de Extranjeros que aplicará.

Al dar lectura a la declaracion conjunta emanada de la primera reunión realizada aquí, luego de las conversaciones iniciadas por los presidentes de ambas naciones el pasado mes de diciembre en Venezuela, el Ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo y el Primer Ministro haitiano Laurent Lamothe, coincidieron en calificar de histórico el diálogo entre los dos países.

Precisaron que buena parte del encuentro se dedicó a hablar sobre el tema migratorio, con serenidad y respeto mutuo, en un diálogo "franco, constructivo y esclarecedor".

"Reconociendo el derecho soberano de República Dominicana para determinar su política migratoria y las reglas para el otorgamiento de la nacionalidad, Haití solicitó garantías de que se tomarán medidas concretas para salvaguardar los derechos básicos de los personas de origen haitiano. La parte dominicana ratificó estas garantías".

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