A los tres meses, Ippo
ya es una celebridad: los propietarios de la reserva dicen que ya recibieron
solicitudes por los derechos sobre la imagen, entre ellas la de una empresa de
juguetes y otra de Disney para hacer un dibujo animado.
"Es muy raro que
una cebra y un asno se apareen y se reproduzcan", dijo Serena Aglietti, la
hija del dueño de la reserva, en el recinto ubicado en pleno centro de
Florencia, cerca de los monumentos emblemáticos de la ciudad.
El refugio Aglietti, de
gestión familiar, recoge animales rescatados de circos o de propietarios que
los tratan mal y alberga una variada colección de 170 ejemplares, que incluye
camellos, llamas y cerdos vietnamitas, entre otras especies.
Aglietti contó que una
noche de invierno, el año pasado, Martin, una cebra macho que había sido
rescatada de un zoológico donde sufría abusos saltó la valla de su recinto.
El lujurioso Martin usó
su hocico para levantar el pestillo de una puerta del establo donde descansaban
los asnos. Allí consumó su amor por
Giada, una hembra de la raza italiana Asno de Amiata, que había sido llevada al
lugar para reproducirse.
Después de su aventura
de una noche, Martin abandonó rápidamente a su compañera. Nadie se dio cuenta
de lo que había pasado hasta 12 meses después, el período de gestación de un
asno.
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