ESPECIAL
PARA MILENIO CALIENTE.COM
POR
DELIO BRITO.
Sin
duda el “todo incluido” es el pilar fundamental de nuestra industria turística
y de otros destinos de sol y playa. Aunque lo inventara Club Med y/o los
jamaiquinos, ya para el 2007 la RD era el destino con la mayor proporción de su
inventario habitacional (58%) bajo este esquema en el Caribe, seguida por cuba
(47%). En total, unas 31 cadenas hoteleras operan el modelo “todo incluido” en
el país, frente a 38 en cuba, 21 en Jamaica y 42 en México.
El modelo fue prohijado por la masificación de
los flujos turísticos. A su vez, la masificación resulto, a partir de los años
ochenta, de la expansión de las líneas áreas y de la aparición de los (más
baratos) vuelos fletados. La enorme demanda por los viajes vacacionales dio así
pie al surgimiento de los “Paquetes Turisticos” entre los cuales predominan los
del todo Incluido por sus competitivos precios.
El
paquete todo incluido como lo sugiere su nombre, implica que el viajero potencial
compra, en conjunto, una canasta de productos y servicios. Estos incluyendo el
traslado del aeropuerto al hotel y viceversa, el alojamiento, las comidas y
bebidas y todo el servicio de entretenimiento que ofrezca el hotel anfitrión.
Algunos paquetes también incluyen el transporte aéreo.
El
éxito del todo incluido estriba en que los turistas reciben más por su dinero,
amén de sentirse más seguros. En verdad, las economías de escala que se logran
con el empaquetamiento reducen los costos y permiten precios más bajos. La
intervención del touroperador, al ser mejor conocedor de los destinos genera
por su lado mayor seguridad en los productos y servicios comprados.
Pero
un estudio de la CEPAL advierte que los enclaves de Sol y Playa muestran
señales de agotamiento porque la fuerte
competencia de precios del “todo incluido” genero resultados indeseados (sobre
explotación del entorno, contaminación y pocos vínculos con las economías
locales).
A esto se añade los bajos márgenes de ganancia
del turismo y la volatilidad en la demanda. La abrumadora dependencia del “todo
incluido” que causa la industria turística dominicana comienza así a preocupar.
Las tendencias del mercado turístico internacional, apuntando hacia la
segmentación, menor estandarización y al
respeto por el medio ambiente, están extinguiendo cambios en los
paquetes ofertados.
Los hoteles súper incluidos de superlujo
y las prestaciones especificas a
parejas, solteros y familias son parte de ellos, pero lo más significativo es
el reto al empaquetamiento mismo.
Como
lo sugiere el cuadro, los turistas de hoy están mejor informados y son más
selectivos y exigentes. Esto se debe a que los consumidores de los mercados
emisores principales han ido acumulando experiencia de viaje, las
telecomunicaciones ofrecen mayor información y multiplican los destinos en
competencia.
También
la cadena de valor del turismo se ha ido fragmentando y diversificando. Un
viajero potencial que puede comunicarse directamente con los proveedores de
bienes y servicios no necesita los paquetes. Con comunicación directa puede
encontrar exactamente lo que mejor le ajuste a precios más bajos.
De ahí que el
internet, al permitir la visualización de productos y servicios y la
comunicación directa, socava la permanencia del “todo incluido”. De igual modo
la creciente tendencia a adquirir productos inmobiliarios (principalmente de
tiempo compartido) y la proliferación de complejos integrados
hotelero-inmobiliario erosionan el “todo incluido”. Los complejos integrados
ofrecen opciones de entrenamiento que no están empaquetadas y apelan a los
segmentos de mayores ingresos que no son los clientes del “todo incluido”.
Los
empresarios son los más llamados a responder a esta evolución del mercado. A
ellos les toca emprender alternativas de servicios que satisfagan las nuevas
exigencias. Pero las gerencias de los destinos también tienen un papel que jugar,
principalmente al desarrollo de nuevos atractivos y ofertas complementarias y
al apoyo a las pequeñas empresas del sector (incluyendo el desarrollo de sitios
web para ellas).
El reto es de largo plazo horizonte al cual la
gerencia pública del sector siempre le ha rehuido. Se requiere la información
de una nueva política industrial para que el sector en el marco de un nuevo
Plan Nacional Estratégico de Desarrollo Turístico.
Nota:
Evolución de la nota del turismo
Década 1950: Turismo de elite
·
Hoteles de lujo en grandes ciudades
·
Restaurantes de lujo
·
Excursiones con guías privados
·
Viajes a playas frías del norte de Europa
Década de 1960 a décadas de 1990:
turismo de masas.
·
Paquetes de viajes estandarizados a
precios bajos
·
Hoteles de clase turística
·
Vuelos Chárter
·
Viajes en autobús con guía
·
Grandes complejos hoteleros de playa
·
Ofertas hoteleras con todo incluido
Década de 1990 hasta hoy 2013:
turismo segmentado
·
Experiencias poco usuales
·
Viajes temáticos.
·
Aerolíneas de bajos precios.
·
Nuevos destinos.
·
Variedades de productos turísticos.
·
Alojamiento típico de destino.
·
Complejos hoteles con proyectos
inmobiliarios.
·
Irrupción de las tecnologías de la
información de las comunicaciones en la industria.
Fuente: La Cepal y Juan Llado
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