Con la promesa de
limpiar sus poros y deshacerse de las células muertas de sus rostros, algunos
clientes del salón de belleza Ci:z.Labose, en Japón, se someten a un
tratamiento un tanto baboso.
Caracoles se pasean por
sus rostros en sesiones de cinco minutos.
De acuerdo con los
representantes del centro de belleza, la baba de los caracoles tiene
propiedades contra el envejecimiento y, aunque los tratamientos con esta
sustancia no son nuevos, aseguran que este es el primer centro en Japón que usa
animales vivos.
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