Venezuela debatirá hoy
en las urnas entre continuar el modelo implantado por el extinto presidente
Hugo Chávez Frías en 1999 o se decide por cambiar su rumbo dejando atrás una
campaña electoral de acusaciones y contraacusaciones de complot en contra del proceso
y el uso abusivo de los recursos del estado.
La de este domingo son
unas elecciones que ponen a prueba la capacidad de la dirigencia del Partido
Socialista Unido de Venezuela de retener el poder ante la ausencia física de un
Chávez, que continuo siendo un actor de primera línea en los nueve días de la
recién concluida campaña electoral.
El sentimiento chavista
se ha sobrepuesto a una escalada de precios en los productos de primera
necesidad con una inestabilidad en la tasa de cambio que se mueve entre los
seis bolívares por uno, en el mercado oficial, y los 23 bolívares en el mercado
negro.
Este panorama de
inflación unido a los altos índices de delincuencia y criminalidad que afectan
a los venezolanos por igual, han sido los principales flancos de ataques de la
oposición que le enrostra al gobierno su incapacidad “de realizar en 14 años
los grandes cambios que reclama la sociedad venezolana”.
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