Es otro signo de los
tiempos tecnológicos.
Ha sucedido con tantos
otros artículos como las plumas que utilizaban tinta líquida, el cassette de
sonido, y los televisores de pantalla de tubo.
El año pasado fue
retirada del mercado la bombilla de 100 watts, recuerda Consumer Reports.
Ahora le toca el turno
a la de 75 watts, y posteriormente están en fila las de 60 y 40 watts
respectívamente.
En realidad su lugar ya
fue ocupado por las bombillas fluorescentes compactas, y estas a su vez van
camino de desaparecer con la invención de las bombillas LED, o de diodos que
emiten luz.
Cada bombilla sucesora
alumbra más y consume menos energía eléctrica.
Al presente el precio
de las bombillas LED es considerablemente alto, pero así fueron en un tiempo
las bombillas fluorescentes compactas, cuyo precio actual es sumamente
accesible.
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