SAN PEDRO DE MACORIS.-
Francisco Soto (Don Paco) es una figura muy conocida en San Pedro de Macorís,
sobre todo en el área de las ventas de seguros, gracias a los 50 años que lleva
dedicado a la gestión de este tipo de servicios.
Transportándose a esos
tiempos, recuerda que sus primeros pasos en este negocio no fueron nada fácil.
“Para ese entonces no se le daba la importancia a este tipo de servicios.
Me acuerdo que una vez
me sacaron de una casa porque les estaba ofertando un seguro de vida. Muy
enojados me dijeron que yo le estaba vendiendo la muerte. Ese era el concepto
sobre los seguros que había en ese tiempo. Venderle un seguro a cualquier
persona era una agonía”, rememora.
¿QUÉ
TANTO HAN CAMBIADO ESA SITUACIÓN Y EL
NEGOCIO?
Desde ese tiempo para
acá el negocio ha evolucionado un 1000%. Ya se puede vivir de esto,
anteriormente era imposible. Para ese entonces el comercio de los seguros había
que tenerlo como un pasatiempo. Con el tiempo fue tomando cuerpo hasta que sí
se convirtió en una actividad rentable.
Otro punto importante es que, como
vivimos en una época cibernética, el
servicio ha tenido que evolucionar y actualizarnos a lo que demandan los nuevos
tiempos. Los hijos nos han ayudado en ese aspecto. Anteriormente yo los educaba
a ellos, ahora es lo contrario.
EN
LAS VENTAS DE SEGUROS, ¿ES MUY FUERTE LA COMPETENCIA?
En todos los espacios
donde te desenvuelves hay competencia, pero en mi caso fue todo lo contrario,
fui amigo de todos los que venden estos productos. Como tenemos vocación de
servicio, si un corredor de seguros tenía o se le presentaba un problema, venía
a la oficina para que lo asesoráramos. Con eso nunca tuve, ni tengo problemas.
¿QUÉ
NOS PUEDE DECIR DE SU FAMILIA?
Me siento orgulloso de
ella, de todos ellos. De mis hijos, mis nietos y de mi esposa, ellos son el
complemento de mi vida. Mi esposa, por ejemplo, es una maravilla, es mi bastón.
Mis cuatro hijos, dos
hembras y dos varones, la mayor es Greys y vive en los Estados Unidos; el
segundo, Francisco, es ingeniero y funcionario del Banco Popular; Jacqueline es
la tercera, estudió Administración de Empresas y está trabajando en una
compañía de zona franca; y el más pequeño, Hamlet, es un empresario que se
dedica a la venta de cemento y tiene vehículos de transporte.
¿CUÁL
FUE SU SENTIR CUANDO SE CONVIRTIÓ EN PADRE?
Es una emoción que no
tiene explicación; es un cambio radical en tu vida. Inicias una etapa
completamente diferente a la que habías vivido
antes de que ellos llegaran a tu vida.
CUANDO
CONOCIÓ A DOÑA MARITZA, ¿FUE MUY DIFÍCIL CONQUISTARLA?
Ella y yo nos conocimos
durante nuestra vida de estudiantes, para ese tiempo tener amores era muy
diferente a los que se viven ahora. Era bastante difícil entrarle a los padres,
y salir con ella, solo eso era impensable. Cuando lograba un permiso para salir
tenía que ir acompañada de una “chaperona” que no te perdía ni pie ni pisada. Y
para bailar con ella, ¡muchacho!, eso no era nada fácil.
¿DÓNDE
ESTUDIARON?
Nos hicimos bachilleres
en el liceo José Joaquín Pérez. Luego de esto, hice cursos de preparación sobre
seguros.
DON
PACO, ¿TIENE ALGÚN HOBBIE?
La fotografía y la
ebanistería son dos pasatiempos que me gustan mucho. Tengo un taller en la casa
y me paso el tiempo libre haciendo diseños de muebles y todo eso. Me gustaría
poder hacer muebles como negocio, pero el factor tiempo me lo impide. Los que
hago son para regalos.
Recuerdo que una vez me
puse a hacer cajas de limpiar zapatos y se las regalé a un grupo de niños que
se dedicaban a ese oficio pero tenían las suyas deterioradas o eran
inservibles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario