Con el mismo cuidado con el que se armó para la
batalla, el presunto atacante James Holmes colocó trampas explosivas en su
apartamento, que tenían la intención de matar a los agentes que llegaran a
investigar.
“¿Creen que estamos furiosos? Desde luego que
estamos endemoniadamente furiosos”, dijo el jefe policial de Aurora, Dan Oates.
Las autoridades siguieron trabajando el sábado en busca de retirar material
explosivo peligroso del interior del apartamento de James Holmes en los
suburbios de Denver.
Las autoridades federales detonaron un explosivo
pequeño y desactivaron otro en el interior de la vivienda de Holmes cerca de
Denver, mediante un dispositivo que emite una onda de choque y lanza agua, dijo
un funcionario a The Associated Press. La persona solicitó permanecer en el
anonimato, tras señalar que estaba en curso la investigación sobre la matanza.
En el apartamento de Holmes había al parecer tres
tipos de explosivos —frascos llenos de catalizadores químicos, que estallarían
al mezclarse, y más de 30 “granadas improvisadas”— dijo el funcionario.
Oates dijo que Holmes había preparado el ataque
durante meses.
“Sabemos que él recibió un alto volumen de
paquetes en su trabajo y en su vivienda.
Pensamos que esto explica cómo se hizo de la
cartuchera y de las municiones”, dijo.
“Pensamos también que esto comienza a explicar la
forma en que él obtuvo el material que tenía en su apartamento...
Lo que vemos aquí es la evidencia de un acto
calculado y deliberado”.
JOVENES VICTIMAS DE
DENVER
ASESINO DE DENVER
PLANEABA MAS MUERTES.
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