SANTO DOMINGO.-
El representante en el país del Banco Mundial
afirmó que en República Dominicana hay dos países.
Uno donde existe una gran inequidad social, que se refleja en una mala
distribución de los recursos, y el otro
con una gran belleza, riqueza y mucha gente buena y trabajadora que avanza al
desarrollo.
Roby Senderowitsch cuestionó los niveles de corrupción, de los que dijo
penalizan a los pobres. Muchos los critican, pero aceptan “el tigueraje”.
Dijo que la creciente clase media
local busca soluciones individuales.
“Aquí hay dos países que
conviven. Hay uno en el que a mucha gente no le gusta vivir y hay otro que es maravilloso y que merece un futuro
mejor”, expresó.
Dijo que hay una República Dominicana, que tiene un gran crecimiento económico, el mayor
de la región, pero que no se traduce en bienestar para la mayoría de la
familia, ni en un menor nivel de pobreza.
Mencionó la deficiencia del
sistema educativo, donde solo el
50% de los jóvenes llega al cuarto año
del bachillerato. También del sistema de salud, pues más 300 mujeres mueren de parto cada año.
Cuestionó los niveles de corrupción, que penalizan a los pobres, donde
muchos la critican, pero aceptan “el tigueraje”; que la creciente clase media, a la que llamó
muy particular, individualice la solución de los problemas y que no reaccione
ante los padecimientos de la sociedad.
Criticó las exoneraciones
impositivas, o gastos tributarios,
que da el Gobierno a determinados sectores, porque la mayoría va donde no la necesitan.
Citó el caso de las empresas de zona franca y del turismo, que se
exonera de impuestos a
construcciones de lujo, pero se gravan
las viviendas para la clase trabajadora.
Dijo que en el país existe “la economía del conocimiento”, pero no de lo
que se sabe y del mérito, sino de a
quien se conoce para que ayude a
conseguir favores.
Resaltó las bondades del país, el
deseo de estudiar, de trabajar y el valor de los funcionarios que trabajan por
el bienestar nacional.
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