martes, 21 de febrero de 2012

LA PRIMERA RADIO DE MACORIS DEL MAR. ¿La HIH o la HI1J?
Por: Ramón Perdomo
ramonperdomo83@hotmail.com

La Radio en San Pedro de Macoris, tuvo  tres etapas importante durante su proceso de desarrollo, teniendo mucho que ver, la situación económica de la provincia y el país, así como la situación política que vivió la nación antes de Trujillo, durante y después de la tiranía; siendo esta etapa–la post tiranía- la más significativa. Sin embargo, hay que resaltar que en términos de los que hacían radio: Locutores, actores, músicos, etcétera; los primeros años fueron más constructivos en el aspecto informativo-educativo-cultural. Debido al nivel cultural de los actuantes.
              
Es que San Pedro de Macorís, de una comunidad  eminentemente agrícola  en 1830, saltó a una comunidad comercial para el 1856,  y luego a una ciudad industrial, para 1910 es cuando se comienzan a construir la primera iglesia y fundar la primera escuela.  Esta última etapa, convierte este pueblo en el centro del capitalismo en la República Dominicana, superando en importaciones por su puerto la ciudad Capital y Puerto Plata, segunda ciudad de importancia en términos portuarios de la época.

Esto queda evidenciado porque de acuerdo a los datos y estadísticas que existen, para 1892 el 61% de la Industria Azucarera de toda la nación estaba concentrada en San Pedro de Macorís, esto, como todos saben, debido a las primeras instalaciones agro industriales que comenzaron a funcionar, con la iniciación en 1879 del primer ingenio azucarero, puesto en marcha por el cubano Juan Amechazurra.

Fue tal el crecimiento económico en esta localidad,  que ya para 1893 concentraba el 67% de la producción azucarera del país, y es que la bonanza económica comienza a llegar precisamente no con el inicio de las moliendas del Ingenio Angelina, sino que para 1848 ya se sembraba caña y de manera rudimentaria se extraía licor y melaza mediante el trapiche, para ser vendidos en la ciudad capital y otras comunidades, haciéndose el transporte  por vía marítima en pequeñas embarcaciones.

 La vertiginosa ascendencia de ciudad fue tal,  que para 1887, fue la de mayor contribución al fisco por concepto de cobro de impuestos en la aduana del puerto, ascendiendo el monto cobrado a unos 34 mil 307 pesos con 53 centavos,, colocándose por encima de la ciudad Capital y Puerto Plata; por lo que el presidente Ulises Heureaux Level (Lilis) convencido de los aportes fiscales a su gobierno, incrementó su respaldo a la industria azucarera.

Este cuadro de desarrollo y afianzamiento de la producción capitalista iba a revolucionar la vida en San Pedro de Macorís, y con el aumento de las exportaciones a través de la aduana en el puerto, era  evidente que ya para 1910, inicio del siglo XX, era la ciudad de mayor acopio de hombres y mujeres en busca de mejor suerte; unos llegaban de distintos puntos del país, otros de Puerto Rico, algunos de las Islas Anglicanas, de Europa, del Oriente Medio.

Hasta aquí este pequeño recorrido por lo que fue el Macoris del Mar para finales del siglo XIX y principios del XX, que fueron los años de mayor esplendidez  y aunque no se han encontrado datos oficiales hasta estos momentos (2012) sobre la existencia de una primera radiodifusora antes del 1935, cuando se funda la HI1J, hay que resaltar que a través de investigaciones hechas por quien suscribe,  existen documentos orales que prueban que para finales de 1920 (puede ser entre 1927-1929) hubo una emisora llamada HIH, propiedad de Domingo Domínguez, la que estuvo instalada en la hoy calle Matilde Larancuent, entre la Francisco Domínguez Charro y la Calle Sánchez.

Vinicio Viguera Ozuna, Miguel Alfonzo (Piri) Mendoza, fallecidos; Doña América Bermúdez Escoto(98 años), Atahualpa Ravelo –Wapí- (97 años), el locutor José Manuel Rodríguez (Papi Finito) y el radiodifusor Rafael Ballenilla, afirman que hubo en San Pedro de Macoris, una emisora llamada HIH y que la misma estuvo en las inmediaciones de lo que hoy son unos tanques de melaza ubicados en el patio de lo que fue  el pabellón 1951 del hospital San Antonio (después Carl T. George, ahora Sagrado Corazón de Jesús) en la calle Matilde Larancuent entre la  Sánchez y la Avenida Francisco Domínguez Charro.

Dice Vinicio Viguera Ozuna en un opúsculo publicado el 23 de Julio del 2002 sobre esa emisora lo siguiente: “Y este servidor, que llegó a la barriada Miramar –desde la calle Juan Estaban Gil, donde nace- en 1926 y ya con 5 años  y a varias cuadras de la residencia del Sr. Domínguez, allí la ve, ya instalada. Y con 16 años en 1937, este servidor allí cantaba, con el acompañamiento al piano del pianista compositor Gerardo Bello (Papito) y era bien amigo de las hijas del Sr. Domínguez y de los familiares de su esposa, muy en mucho del también jovencito Américo Salazar Santana, quien se hizo locutor en esa emisora”.

Haciendo una simple operación matemática, evidentemente para 1931 ya existía la susodicha emisora de la que hacen mención tanto Viguera Ozuna, Doña América como Miguel Alfonzo (Piri), por lo que ésta precede a la que oficialmente se conoce como la primera que comenzó a transmitir en 1935, propiedad del ingeniero Fausto Manrique Donastorg.

 En unos manuscritos inéditos dejados por el historiador y periodista Miguel Alfonzo Mendoza (Piri), este expresa: “Fellita Escoto Bermúdez  trabajó en la compañía de José  N. Solá (“Padre de la Actriz Monina Solá”), fue locutora en 1929 en la HIH. Ella cantaba y se le puso “La alondra del Higuamo…”

Es de suponerse que la emisora creada por el cubano Domingo Domínguez, tuvo su aparición entre finales de los años 1920 o inicio de 1930, ya que para esa época Macoris del Mar abrigaba todas las condiciones para tal acontecimiento y eso lo expresa Doña América cuando nos narra que siendo adolescente llegó a acompañar a una pariente suya a los ensayos que se hacían para el montaje radiofónico de algunas obras de teatro, que fueron difundidas en dicha estación radial. Esa pariente era Fellita Escoto Bermúdez.

El reconocido locutor petromacorisano José Manuel Rodríguez Herrera, alias “Papi Finito”, dice recordar dicha estación cuando estuvo ubicada en  el segundo nivel de un edificio en los frentes del parque Duarte en la calle Rafael Deligne,  donde estuvo ubicada  la famosa farmacia de Milongo: 

“Yo no sé si era la primera, pero como no, yo la recuerdo, estaba frente al Parque Duarte la HIH, su propietario, a quien me parece estarlo viendo, vivía en Miramar (se refiere a Domingo Domínguez, nota mía); ahí también trabajaba un puertorriqueño que se llamaba Isaicio Nieves. Esa emisora estuvo cuando la vi, frente a frente al Parque Duarte, en la Rafael Deligne, que la casa está ahí, intacta, igual”.

En un bosquejo biográfico sobre el jurista, político, intelectual Quiterio Berroa Canelo, escrito por Federico Segundo Bermúdez Escoto, hijo del laureado poeta macorisano Federico Ramón Bermúdez Ortega, para el 25 de octubre de 1942, este termina el mismo con una línea de palabras que expresa: “Leído en esta ocasión por la estación radiodifusora H.I.H”.

Finalmente, el ingeniero Rafael Ballenilla, por su parte, nos afirma que para la época, las radiodifusoras dominicanas transmitían principalmente en onda corta,  que van entre los 2,300 y los 29,999 kHz,  que son bandas internacionales, por lo que tenían la facilidad de ser oída su programación en los países circundantes al nuestro y más allá. Sin embargo no se tienen datos de cuál  era la frecuencia de la “HIH”, aunque refieren algunos que en ocasiones se recibieron reportes desde Cuba sobre algunos espacios de la programación regular.

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