Por Robert Vargas.
Distrito Nacional.- El abrazo entre estos dos
hombres fue demasiado intenso como para que pudiera pasar desapercibido.
Apenas, Tonty Rutinel se desmontó penosamente del todoterreno que lo transportó
desde la cárcel de Najayo hasta la sede de "La Metropolitana", en
Naco, se le acercó Rafael Suberví Bonilla y le abrazó con fuerza. Tonty hizo lo
mismo.
Los dos caminaron lentamente hacia una de las
oficinas del local desde donde han compartido especio para dirigir la campaña
del Partido Revolucionario Dominicano.
Unos muchachos, con redoblantes y tambores en
manos, los hacían sonor en forma ruidosa. Otros perredeístas intentaban tocar
al recién liberado Tonty quien, a duras penas podía caminar.
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