Un conductor de camiones de Nueva Zelanda logró sobrevivir, tras inflarse como un globo luego de un accidente con una manguera de aire comprimido.
Steven McCommack rompió la manguera al caerse en el área que está entre el compartimento del conductor y el remolque. La boquilla de la manguera le rasgó el trasero y comenzó a inyectar aire al interior de su cuerpo, que se expandió rápidamente como un globo.
Tras escuchar sus gritos, sus colegas cerraron la manguera y lo colocaron de lado, con lo cual salvaron su vida. Keith Adams, de la BBC, describió el incidente como "un grave accidente, que pudo costarle la vida, y que sin embargo conjura imágenes propias de una caricatura de Tom y Jerry".
El hecho ocurrió en Opotiki, en la Isla del Norte en Nueva Zelanda. El conductor, que tiene 48 años de edad, permanece hospitalizado en la ciudad más cercana, Whakatane.
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