HOY ES EL CASANDRA.
Esta noche me he quedado en la casa para ver la entrega de premios El Casandra, que cada año reconoce el trabajo de los artistas dominicanos. Pero me encuentro con una dificultad, desde muy temprano en la tarde se fue la señal del cable.
Me pongo a reflexionar sobre todas las dificultades que tiene que pasar el dominicano para poder sobrevivir, a todo hay que buscarle una alternativa. Las dificultades son múltiples y variadas. Las soluciones en la generalidad de los casos implican una inversión económica adicional.
Recuerdo con mucha nostalgia en este momento de dificultad, los años cuando estudiaba en el nivel primario de la Escuela Puerto Rico, de cómo antes de entrar del recreo, hacíamos una fila enorme para tomar agua, claro esta pegado del grifo. Hoy no podemos hacerlo no obstante los adelantos, debemos tener cuidado para no enfermar de ameba. Es necesario tener varios botellones de agua purificada para las necesidades del hogar.
Mas aun, algunos debemos tener un filtro en el sistema de suministro de agua en la casa, para bajar los niveles de contaminación del agua que suple la cañería, sobre todo en el baño, ya que los ginecólogos y los dermatólogos, descubrieron que los gérmenes que contiene el agua producen daños en la piel y sobre todo en la parte intima de la mujer.
En dificultades tenemos un master, cuando éramos felices y aldeanos, si se producía un apagón, recurríamos a una vela, la lámpara de gas, una humeadora o jumeadora. En la era de la cibernética y las computadoras, que es la actual. Además de pagarle el servicio a una compañía que esta obligada a suplir 24 horas de energía eléctrica, mediante un contrato. Para hacerle frente a los apagones. Debemos disponer de un inversor, baterías, planta eléctrica, velas, velones y lámparas. Para las eventualidades y los fallos que pudieran ocurrir.
Esas son de las pocas cosas que irritan, día a día al dominicano. Sobrepasar los 60 años es una odisea con tantas presiones, stress y dificultades que hay que campear tan solo en el hogar. Cuando usted regresa no sabe con que sorpresa se va a encontrar en el hogar, como me ha pasado a mi en esta noche, que perturbe la tranquilidad.
No basta con tener un televisor y una suscripción al servicio del cable, se necesita de una parábola y como hice yo, hace muchos años, compre una antena para estar preparado para estos imprevistos, voy a ver El Casandra gracias a este viejo instrumento que desde la llegada del servicio de la señal por cable ha desaparecido de las viviendas del área central de la ciudad.
El sistema de cable amerita de nuevas inversiones, sobre todo en la parte sur de la ciudad de San Pedro de Macorís, que fue la primera en recibir el servicio hace muchos años, con el transcurrir de los años, los equipos se han deteriorado y el salistre ha contribuido en parte a ese deterioro.
La exclusividad que tiene la compañía ahora estatal, que ofrece el servicio es una retranca, en otras ciudades la competencia ha permitido a los usuarios recibir un servicio de más calidad. Aquí seguimos recibiendo una señal que va a depender de las condiciones del tiempo y el interés que pongan los técnicos en resolver las averías. Hace una semana padecemos de esta pesadilla. Mala señal y hoy para colmo, noche del Casandra, no hay señal.
Esta noche me he quedado en la casa para ver la entrega de premios El Casandra, que cada año reconoce el trabajo de los artistas dominicanos. Pero me encuentro con una dificultad, desde muy temprano en la tarde se fue la señal del cable.Me pongo a reflexionar sobre todas las dificultades que tiene que pasar el dominicano para poder sobrevivir, a todo hay que buscarle una alternativa. Las dificultades son múltiples y variadas. Las soluciones en la generalidad de los casos implican una inversión económica adicional.
Recuerdo con mucha nostalgia en este momento de dificultad, los años cuando estudiaba en el nivel primario de la Escuela Puerto Rico, de cómo antes de entrar del recreo, hacíamos una fila enorme para tomar agua, claro esta pegado del grifo. Hoy no podemos hacerlo no obstante los adelantos, debemos tener cuidado para no enfermar de ameba. Es necesario tener varios botellones de agua purificada para las necesidades del hogar.
Mas aun, algunos debemos tener un filtro en el sistema de suministro de agua en la casa, para bajar los niveles de contaminación del agua que suple la cañería, sobre todo en el baño, ya que los ginecólogos y los dermatólogos, descubrieron que los gérmenes que contiene el agua producen daños en la piel y sobre todo en la parte intima de la mujer.
En dificultades tenemos un master, cuando éramos felices y aldeanos, si se producía un apagón, recurríamos a una vela, la lámpara de gas, una humeadora o jumeadora. En la era de la cibernética y las computadoras, que es la actual. Además de pagarle el servicio a una compañía que esta obligada a suplir 24 horas de energía eléctrica, mediante un contrato. Para hacerle frente a los apagones. Debemos disponer de un inversor, baterías, planta eléctrica, velas, velones y lámparas. Para las eventualidades y los fallos que pudieran ocurrir.
Esas son de las pocas cosas que irritan, día a día al dominicano. Sobrepasar los 60 años es una odisea con tantas presiones, stress y dificultades que hay que campear tan solo en el hogar. Cuando usted regresa no sabe con que sorpresa se va a encontrar en el hogar, como me ha pasado a mi en esta noche, que perturbe la tranquilidad.
No basta con tener un televisor y una suscripción al servicio del cable, se necesita de una parábola y como hice yo, hace muchos años, compre una antena para estar preparado para estos imprevistos, voy a ver El Casandra gracias a este viejo instrumento que desde la llegada del servicio de la señal por cable ha desaparecido de las viviendas del área central de la ciudad.
El sistema de cable amerita de nuevas inversiones, sobre todo en la parte sur de la ciudad de San Pedro de Macorís, que fue la primera en recibir el servicio hace muchos años, con el transcurrir de los años, los equipos se han deteriorado y el salistre ha contribuido en parte a ese deterioro.
La exclusividad que tiene la compañía ahora estatal, que ofrece el servicio es una retranca, en otras ciudades la competencia ha permitido a los usuarios recibir un servicio de más calidad. Aquí seguimos recibiendo una señal que va a depender de las condiciones del tiempo y el interés que pongan los técnicos en resolver las averías. Hace una semana padecemos de esta pesadilla. Mala señal y hoy para colmo, noche del Casandra, no hay señal.
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