El destacado periodista Orlando Gil en su columna de este sabado en el periodico LISTIN DIARIo, se refiere a una mencion del Lic. Jacobo Majluta que hace el periodista Jose Baez Guerrero en el libro, Guzman su vida. su Gobierno y su suicidio.
ORLANDO DICE
Una maldad sin razón ni base.
Una maldad sin razón ni base.
El hombre
José Báez Guerrero en su libro “Guzmán, su vida, su gobierno y suicidio” dice en la página 309 que el primer empleo que tuvo Jacobo Majluta fue auxiliar de contabilidad en la empresa R. Esteva & Cia, C. por A. Lo supo porque su padre, Ventura Báez Pichardo, fue -entonces- su jefe. Incluso, agrega que años después su progenitor destacó las prendas morales de su subalterno, y que cuando Majluta fue como dirigente o candidato-- objeto de maledicencia, lo defendió en la intimidad señalándole que era “un político excepcional”. El propio Báez Guerrero completa la historia al recordar el aprecio que Majluta le tuvo y que él reciprocó. No se entiende, por tanto, que lo agreda más adelante. En una nota (la 171 ) al pie de la página 332 afirma, sin escrúpulo ni sonrojo: “Tras perder por un mínimo margen, Majluta negoció con Balaguer que le fuese pagada una suma equivalente a los 48 sueldos mensuales que le habrían correspondido como Presidente en el período l986-1990. Tras recibir el pago, contactó nuevamente a Balaguer y le exigió una suma mayor. El anciano estadista preguntó por qué y Majluta le respondió: “¡Es que iba a aumentarme el sueldo!”. Y su exigencia fue complacida por Balaguer, quien estuvo en el poder diez años, hasta 1996. (Dos fuentes separadas, totalmente confiables, confiaron al autor este dato bajo reserva de anonimato)”...
Los amigos
Dice un refrán que hay que estar vivo para ver (u oir) cosas. Jacobo Majluta lamentablemente está muerto desde hace años, y no tuvo que sufrir el dolor de ver como un “amigo” agraviaba su memoria sin ningún tipo de compasión. Sin embargo, el INRI queda. ¿Qué deben hacer sus verdaderos amigos de entonces? El libro de José Báez Guerrero es sobre Antonio Guzmán, de manera que su ofensa a Majluta, además de gratuita, fue forzada. ¿Cómo pensar que el hombre que empezó a trabajar desde muy joven y que según José Francisco Peña Gómez, en el momento más álgido de su lucha por la candidatura presidencial, lo había sido todo, podía vender su “derrota” por cheles? El sueldo de Balaguer creo era de tres mil pesos, y Salvador Jorge Blanco lo llevó a cinco mil pesos. De ser así, estaría hablándose de 36 mil pesos por año, que multiplicado por cuatro, serían 144 mil pesos por todo el período. De ser cinco mil pesos, entonces fueran 60 mil pesos por año y 240 mil pesos por todo el mandato. Durante la campaña, Majluta recogió esas sumas por mucho cada vez que asistía a una comida o cena de recaudación...
El ánimo
Había que estar muy lejos de Jacobo Majluta en el momento de su “derrota” para no conocer el desánimo que le ocasionó el resultado de las elecciones del l986. Lo menos que podía pensar era en dinero, cuando su problema era que no podía pelear su causa, debido a que desde fuera se le identificaba con el gobierno de Salvador Jorge Blanco y se cargaban a su cuenta las maniobras que hacía ese régimen para pescar en río revuelto. Recuerdo el telegrama de la ODCA y el encono con que me encargó lo respondiera. Báez Guerrero olvida, y de seguro que lo hace aposta, que Majluta fue vicepresidente con Antonio Guzmán, pero que después de la muerte de éste, cambió de condición: entonces fue presidente. Cuando fue candidato era senador, había sido vicepresidente, pero su dignidad mayor era de ex presidente. No necesitaba, por tanto, que Balaguer le pagara lo que iba a ganarse en el interregno l986-90, pues de hecho su pensión como ex presidente superaba su sueldo como potencial presidente. Una infamia sin lógica, una maldad sin razón ni base...
Cobardía
Si los datos que recoge el libro de José Báez Guerrero son como los que se refieren a Jacobo Majluta, hay que advertir que “Guzmán, su vida, gobierno y suicidio” es una obra malvada. Y que su autor, además de perverso, es cobarde, pues golpea con manopla la memoria de un hombre que está muerto y no puede defenderse. -- “Báez Guerrero respira por la herida” me dijo alguien. -- “ ¿ Cómo así ? ” repliqué “ ¿ Tú no recuerdas que quiso ser encargado de prensa de la Junta en el proceso del l986 y nosotros ( el equipo de comunicación de Majluta ) lo bloqueamos ? ”. Todavía no lo recuerdo, pero esa no era razón: el candidato no participó de eso...
José Báez Guerrero en su libro “Guzmán, su vida, su gobierno y suicidio” dice en la página 309 que el primer empleo que tuvo Jacobo Majluta fue auxiliar de contabilidad en la empresa R. Esteva & Cia, C. por A. Lo supo porque su padre, Ventura Báez Pichardo, fue -entonces- su jefe. Incluso, agrega que años después su progenitor destacó las prendas morales de su subalterno, y que cuando Majluta fue como dirigente o candidato-- objeto de maledicencia, lo defendió en la intimidad señalándole que era “un político excepcional”. El propio Báez Guerrero completa la historia al recordar el aprecio que Majluta le tuvo y que él reciprocó. No se entiende, por tanto, que lo agreda más adelante. En una nota (la 171 ) al pie de la página 332 afirma, sin escrúpulo ni sonrojo: “Tras perder por un mínimo margen, Majluta negoció con Balaguer que le fuese pagada una suma equivalente a los 48 sueldos mensuales que le habrían correspondido como Presidente en el período l986-1990. Tras recibir el pago, contactó nuevamente a Balaguer y le exigió una suma mayor. El anciano estadista preguntó por qué y Majluta le respondió: “¡Es que iba a aumentarme el sueldo!”. Y su exigencia fue complacida por Balaguer, quien estuvo en el poder diez años, hasta 1996. (Dos fuentes separadas, totalmente confiables, confiaron al autor este dato bajo reserva de anonimato)”...
Los amigos
Dice un refrán que hay que estar vivo para ver (u oir) cosas. Jacobo Majluta lamentablemente está muerto desde hace años, y no tuvo que sufrir el dolor de ver como un “amigo” agraviaba su memoria sin ningún tipo de compasión. Sin embargo, el INRI queda. ¿Qué deben hacer sus verdaderos amigos de entonces? El libro de José Báez Guerrero es sobre Antonio Guzmán, de manera que su ofensa a Majluta, además de gratuita, fue forzada. ¿Cómo pensar que el hombre que empezó a trabajar desde muy joven y que según José Francisco Peña Gómez, en el momento más álgido de su lucha por la candidatura presidencial, lo había sido todo, podía vender su “derrota” por cheles? El sueldo de Balaguer creo era de tres mil pesos, y Salvador Jorge Blanco lo llevó a cinco mil pesos. De ser así, estaría hablándose de 36 mil pesos por año, que multiplicado por cuatro, serían 144 mil pesos por todo el período. De ser cinco mil pesos, entonces fueran 60 mil pesos por año y 240 mil pesos por todo el mandato. Durante la campaña, Majluta recogió esas sumas por mucho cada vez que asistía a una comida o cena de recaudación...
El ánimo
Había que estar muy lejos de Jacobo Majluta en el momento de su “derrota” para no conocer el desánimo que le ocasionó el resultado de las elecciones del l986. Lo menos que podía pensar era en dinero, cuando su problema era que no podía pelear su causa, debido a que desde fuera se le identificaba con el gobierno de Salvador Jorge Blanco y se cargaban a su cuenta las maniobras que hacía ese régimen para pescar en río revuelto. Recuerdo el telegrama de la ODCA y el encono con que me encargó lo respondiera. Báez Guerrero olvida, y de seguro que lo hace aposta, que Majluta fue vicepresidente con Antonio Guzmán, pero que después de la muerte de éste, cambió de condición: entonces fue presidente. Cuando fue candidato era senador, había sido vicepresidente, pero su dignidad mayor era de ex presidente. No necesitaba, por tanto, que Balaguer le pagara lo que iba a ganarse en el interregno l986-90, pues de hecho su pensión como ex presidente superaba su sueldo como potencial presidente. Una infamia sin lógica, una maldad sin razón ni base...
Cobardía
Si los datos que recoge el libro de José Báez Guerrero son como los que se refieren a Jacobo Majluta, hay que advertir que “Guzmán, su vida, gobierno y suicidio” es una obra malvada. Y que su autor, además de perverso, es cobarde, pues golpea con manopla la memoria de un hombre que está muerto y no puede defenderse. -- “Báez Guerrero respira por la herida” me dijo alguien. -- “ ¿ Cómo así ? ” repliqué “ ¿ Tú no recuerdas que quiso ser encargado de prensa de la Junta en el proceso del l986 y nosotros ( el equipo de comunicación de Majluta ) lo bloqueamos ? ”. Todavía no lo recuerdo, pero esa no era razón: el candidato no participó de eso...
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