SANTO DOMINGO.- El vocero de la Policía Nacional,
General Máximo Báez Aybar , informó hoy
que la Dirección Central de Investigaciones Criminales (DICRIM), someterán en
las próximas horas al esposo y una hija de la profesora asesinada
y cuyo cadáver fue encontrado en el río Arenoso en Loma de Cabrera, en
Dajabón.
Báez Aybar identificó a los apresados como
José Ramón López, de 63 años y Gaudy
López Rodríguez de 26 años, quienes, alegadamente, asesinaron a la señora Luz
María Rodríguez de López, 64 años.
Según el vocero de la Policía, el móvil del crimen habría sido silenciar a
la profesora ya que su esposo mantenía una relación de ocho años con la hija de
ambos, Gaudy López.
Explicó, además, que José Ramón López le habría
disparado a su esposa y Gaudy López lo habría ayudado a limpiar la sangre y a
trasladar al cadáver al mencionado río.
Según la Policía, Gaudy admitió haber cooperado
con su padre para el traslado del cadáver y alegó que desde la edad de 18 años
sostenía relaciones sexuales con su padre y que a la madre enterarse y
reclamarle a su esposo, éste le disparó.
La Policía informó, además, que ocupó el revólver
Smith Wesson calibre 38, con la numeración ilegible, con el que se presume le
dispararon a la víctima. Ocuparon, además, prendas de vestir ensangrentadas.
Rodríguez Medina de López fue encontrada muerta a las 2:30 de la tarde
el pasado domingo, presentando múltiples heridas de bala que se las habría
ocasionado su esposo José Ramón López, en su residencia en la calle Capotillo,
número 17, del referido municipio.
VERSION
DE LA JOVEN.
Según la Policía Gaudy López alegó que actuó bajo
amenazas de muerte de su padre, que desde la edad de 18 años abusaba de ella
sexualmente, y que a la madre enterarse y al vivir reclamándole, él le habría
disparado.
Narró que cuando ocurrió el hecho su padre le
dijo que su madre se había suicidado, pero que luego le dijo que la mató,
advirtiéndole que no se preocupara que él resolvería.
Agregó que en tono amenazante le ordenó que
limpiara la sangre que había en el piso y reiterándole que si hablaba la iba a
matar.
Además, su padre le habría ordenado que no dejara
que nadie entrara a la casa, y que luego
le dio a ingerir una sustancia en agua en una copa de cristal, y se durmió de
inmediato, despertando a eso de las 07:00 cuando un empleado de la veterinaria,
de nombre Marcos Torres Fernández, la llamó.
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