Un informe de la oficina de Desarrollo Humano de
India lo advirtió hace un tiempo. La situación es peor en las aldeas, donde dos
tercios de los hogares no disponen de aseos.
Defecar al aire libre es moneda corriente y sigue
siendo un obstáculo importante para lograr los objetivos de desarrollo del
milenio que incluyen la reducción a la mitad de la proporción de personas sin
acceso al saneamiento básico para 2015.
¿Es un problema cultural la falta de sanitarios y
la preferencia por defecar al aire libre en una sociedad donde el hábito
perpetúa la opresión social, tal y como prueba la reducida pero continua
existencia de carroñeros humanos de baja casta y personal de limpieza?
Parece que sí.
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