SANTO DOMINGO, RD.- Una
revista católica de los Estados Unidos, que tiene su sede en Denver, Colorado,
consideró que la designación del nuevo arzobispo de Santo Domingo, Monseñor
Francisco Ozoria Acosta, es una mensaje del papa Francisco a los obispos del
mundo, para presionar la reorganización de la Iglesia de acuerdo con un nuevo
criterio.
El artículo aparece en
la la revista CRUX, en inglés, escrito por Austen Ivereigh, y dedica un amplio
espacio a explicar las razones de la designación de Ozoria al frente de la
Iglesia arquidiocesana de Santo Domingo. La traducción la hizo Iván Pérez
Carrión para Acento. A continuación un extracto:
Pero la hoja de vida de
Francisco Ozoria Ocosta, en la que la
palabra “pastoral” aparece constantemente, da una pista de por qué el Papa Francisco
lo quería.
Al igual que el papa,
estudió teología pastoral (en el caso del dominicano, en Letrán, Roma) y enseñó
la materia en el seminario de Santo Domingo, en el que también estaba a cargo
de la formación. Luego pasó a ser párroco en su ciudad natal de Nagua antes de
ser nombrado obispo de la recién creada diócesis de San Pedro de Macorís, en el
este de la isla, en 1997.
Allí, sin hacer mucho
ruido al nivel nacional, ha generado vocaciones y una fuerte presencia
pastoral, y dirige comisiones episcopales para la formación de laicos y
jóvenes.
Leslie Torres, director
del canal católico dominicano Televida, conoce al nuevo arzobispo de su
diócesis anterior.
“Él es un pastor que es
accesible, humilde y sencillo, con una gran capacidad para escuchar y
dialogar”, dijo a Crux, agregando que él “es capaz de mirar a su pueblo con un
gran corazón.”
Un mayor contraste con
el ingenioso, mordaz, sofisticado, pero clerical cardenal López Rodríguez sería
difícil de encontrar, incluso en apariencia.
Mientras que el
cardenal saliente tiene los rasgos europeos clásicos de las clases altas, el
nuevo arzobispo se ve, y suena, como la mayoría de los dominicanos de raza
mixta. En un país en que el tema de la inmigración procedente del vecino Haití
nunca está fuera de la agenda, eso en sí mismo representa un cambio.
Ozoria dijo a
periodistas esta mañana que él era un “seguidor apasionado del Concilio
Vaticano II, sobre todo, de la eclesiología de comunión que está en la base de
nuestro programa pastoral nacional”. Se comprometió a unirse con todos los
agentes pastorales, laicos y religiosos, en una compartida misión de
evangelización.
Dijo que sus objetivos
como arzobispo serían “dar continuidad a la misión de la Iglesia,” llegar a
conocer la arquidiócesis, y llevar a cabo las tres tareas de un obispo, de
pastoreo, de educación y santificante.
“Pero no olvidemos”,
añadió, “que todos los bautizados participan en estas tareas.”
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