Edwin Encarnación está
teniendo una temporada sumamente exitosa con el madero, a la vez que los
Azulejos pelean otra clasificación en la Liga Americana. Para el toletero dominicano, el 2016 es de
seriedad y de puro disfrute al mismo tiempo.
El primer elemento se
debe a lo obvio, rendir en el terreno y tratar de ayudar a los Azulejos a
colarse en los playoffs por segunda campaña seguida, al mismo tiempo de estar
Encarnación en el último año de su contrato con el equipo canadiense.
El veterano de 12
temporadas en Grandes Ligas llegó a la pausa del Juego de Estrellas encabezando
las Grandes Ligas con 80 empujadas, además de llevar 20 jonrones y OPS
(porcentaje de embasarse más slugging) de .898 en 89 partidos.
Esa clase de
rendimiento ha sido la costumbre para Encarnación desde el 2012, luego de
trabajar y ajustar su estilo de batear en Dominicana con Luis Mercedes en los
terrenos de Robinson Canó en San Pedro de Macorís.
"Aparte de la
experiencia que uno (agarra) mentalmente, lo que uno ha aprendido en el terreno
de juego, es gracias al trabajo que he venido haciendo con Luis Mercedes",
dijo Encarnación al explicar el giro que dio su carrera desde aquel invierno
del 2011-12. "Ha sido el punto clave de todos los numeritos que yo he
puesto.
Trabajamos siempre en la temporada muerta y él me hizo unos cuantos
cambios mecánicamente que funcionaron".
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