SANTO DOMINGO, RD.-
El periódico Listín Diario en su editorial de este lunes, solicito a las
autoridades que salgan a limpiar las madrigueras de los delincuentes, los
pandilleros, los sicarios y los narcotraficantes que han sometido el terror a
la sociedad dominicana. El editorial se reproduce a continuación.
¡VAYAMOS
A SUS MADRIGUERAS!
Es hora ya de que las
autoridades, en lugar de reactivas, salgan a limpiar las madrigueras de los
delincuentes, nutridas en estos tiempos de malhechores de toda laya, como los
pandilleros, los sicarios y los narcotraficantes que han sometido al terror a la
sociedad dominicana.
Demasiada ha sido la
osadía de estos bandidos al tomarse las calles para hacer lo que les venga en
gana, sin miramientos, sin importarles el dolor, el luto y el miedo que causan
a los ciudadanos agredidos, y aun a los que todavía no han sido sus víctimas,
en el más bochornoso desafío a la ley y la autoridad.
La escena de amplia
difusión en la que cuatro malvados, en dos motocicletas, emboscan a dos mujeres
y dos niñas indefensas para quitarles sus pertenencias, en una calle céntrica de
esta capital, ha indignado a la gente sensata, agravando el estado de ánimo
general de que la delincuencia sentó sus reales y estamos perdiendo la batalla
por la seguridad ciudadana.
El hecho de que la
mayoría de los atracos se haya cometido y se esté cometiendo desde
motocicletas, con dos a bordo, es suficiente para que pongamos más control a
los usuarios de estos vehículos.
Lo que funcionaría,
bajo un estado de delincuencia desbordada, en el que estamos ahora, es que se
haga obligatorio el uso de chalecos numerados con las placas de los motores
tanto para el que conduce como para el pasajero.
Mediante ese mecanismo
se podría tener un registro depurado de los usuarios y una mejor identificación
a la hora de determinar si participaron en un hecho delictivo. Hasta ahora, su
captura o persecución --en algunos casos-- ha sido posible gracias a las
cámaras del 9-1-1 o las que instalan los ciudadanos por su cuenta en sus
vecindarios, casas o negocios.
En medio de la lucha
contra la delincuencia, lo que procede es que la Policía y los demás organismos
salgan a buscar a los bandidos en sus madrigueras, que son bien conocidas por
aquellos que día a día libran este combate, mientras se apura la reforma total
de la Policía Nacional para desbaratar los nidos de malhechores que, incubados
en ella, han perpetrado una gran parte de los crímenes que hoy conturban la paz
ciudadana.
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