jueves, 10 de marzo de 2016

LA REBELIÓN DE LOS HASTIADOS.

AUTOR: DR. JULY LÓPEZ

Nadie está obligado a someterse a lo imposible. Podemos soportar a regañadientes una imposición o situación enojosa, pero nunca será motivación que exprese agrado alguno.

En nuestro querido San Pedro de Macorís, hemos tenido que soportar como trago amargo con nariz tapada, actitudes irreflexivas de “funcionarios” sin el más mínimo apego a la responsabilidad en la aplicación de políticas públicas y cumplimiento del deber.

A diario podemos escuchar los reclamos de amplios sectores de la vida Petromacorisana suplicando solución a pequeños problemas que a propósito lo dejan poner grandes para en tiempos de elecciones, aparecer como “los salva vidas”, dándoles soluciones a medias.

Es lamentable que en los aspectos municipales y congresuales no exista el referéndum revocatorio que ponga fin antes del término establecido, a los mandatos electivos cuando estos “funcionarios” no cumplen con su deber.

Tener que fumarse el tabaco entero, aún cuando lo encontremos fuerte, es toda una tragedia.

Una tragedia colectiva que incide en el diario vivir de la comunidad. En el ánimo de la gente, en la dinámica económica, en las inversiones privadas.

 Hasta en el deseo de pintar el frente de la casa o barrer cada quien su acera.

Es cuestión de apatía inducida e indolencia ante el mal que aqueja a los demás. Se sabe que hay situaciones molestas, incómodas. Situaciones hasta en el orden ornamental que con poquísima inversión de dinero y esfuerzo, se puede crear una imagen agradable. De esto saben muy bien los arquitectos.

Ahíto, harto, cansado, aburrido, fastidiado y enfadado, son solo algunos de los sinónimos de la palabra hastiado.

No creo que los “funcionarios” que actúan de manera insensible con nuestro pueblo, conozcan tan solo un 10% de lo que la gente común del pueblo dice de ellos. De saberlo, seguro andarían con una cachucha hasta la tambora y un celular 24/7 en los oídos.

Tanto da el cántaro a la piedra, que ésta se rompe al final!

Hasta las dictaduras tienen fecha de vencimiento y como nunca es más oscuro que cuando va amanecer, los hastiados también tienen la oportunidad de rebelarse, sin tirar un solo tiro, sin piedras, sin desórdenes, sin escándalos.

Crayón en mano, una boleta y una urna!!

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