FREDDY ORTIZ

Si sales a caminar
portando apenas anillo de matrimonio o graduación, estás en la mira.
Si vives en casa
aislada, con patio, y te sientes seguro por tener dos perros y un viejo
campesino que engancharon a “guachimán”, el cual se duerme desde que te
encierras, estás en la mira. Si vendiste la casa por miedo y te mudaste a un
apartamento de quinto o sexto piso, lo cual te hace sentir seguro, estás
equivocado, porque hasta allá llegan, rompen hierros, penetran, encañonan,
violan y, lo peor, tienes que tragarte la rabia porque sabes que denunciándolo
no vas a lograr nada, a menos que seas personaje relevante de la política, el
empresariado o del periodismo nacional. Además, todos se enterarían de que
violaron a tu mujer, o a tu hija.
Si, haciendo caso a la
publicidad del Ministerio de Obras Públicas, donde habla de que “somos un país
maravilloso donde se puede transitar con seguridad”, decides salir por esas
carreteras y regresar en la noche, ruega porque no te lancen una goma entre las
ruedas para que te vuelques y así poder robarte.
Si decides visitar solo
lugares con parqueo vigilado, como garantía de que nada te ocurrirá, estás en
la mira, porque en muchos de ellos han asaltado y los guardianes no se han dado
por enterados. Y si tienes una casa en zona rural, mejor que tengas una Uzi y
estés dispuesto a matarte a balazos con las bandas organizadas que andan
azotando por todo el país. Cada día nos estrechan más el círculo.
¿Crees que exagero?
¡Entonces vives en China!
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