sábado, 21 de marzo de 2015

LOS VIENTOS SOPLAN INVERSAMENTE PROPORCIONAL

LIC. BERNIS LÓPEZ
Es evidente y palpable a simple vista en el PLD, la lucha intestina que libran en estos momentos el presidente Danilo Medina y el ex presidente Leonel Fernández.
 
El asomo de la reencarnación de esta carnal batalla empezó a mostrarse, con las acusaciones por parte del ministerio público contra Víctor Díaz Rúa, estrecho colaborador del ex presidente Fernández. Esta acción marcó sin lugar a dudas, el separatismo entre los dos grandes líderes peledeístas  que desde el año 2007 cuando se celebró la convención para la escogencia de su candidato presidencial, albergan a luz de todos, partículas de resentimientos.

Cabe recordar que Danilo renunció como ministro de la presidencia, y que pasada la pre campaña del 2007 donde Leonel resultó ser candidato presidencial, Danilo herido y cargado de impotencia dijo: me ha vencido el estado, en franca alusión a los recursos económicos que desde el gobierno utilizó Leonel Fernández para aplastarlo en la batalla por la candidatura presidencial.     

Después de todo eso, los medios de comunicación nacional se hicieron eco de la denuncia sobre la ola de cancelaciones por parte del gobierno de Leonel Fernández, de varios funcionarios y empleados de los que hicieron causa común con Danilo. Por lo que ha de entenderse que estamos ante la continuación de esas luchas, lo único que esta vez tienen mayor intensidad y por vía de consecuencia, resultados catastróficos impredecibles.

El segundo eslabón de esa titánica cadena, lo constituye indefectiblemente, el caso de corrupción y lavado de activos incoado por la procuraduría General de la República en contra del senador Félix Bautista, a quien el ex presidente Leonel Fernández ha definido como un hijo. 

Y quienes somos padres sabemos con certeza, lo fiero que nos ponemos los padres cuando atacan a nuestros hijos, por lo tanto cabe sospechar con fundamento, que Leonel Fernández sangra pertinazmente en su interior por los malos momentos que le han hecho pasar a Félix Bautista desde la Procuraduría General de la República.                   

En esa escalonada de hechos y acontecimientos, surgen las llamadas de Quirino y hace poco tiempo su arribo al país. Sectores del entorno de Leonel afirmaron públicamente, que se trataba de una trama tejida desde el palacio para desacreditar al ex presidente Fernández y dar paso a la reelección del presidente Danilo Medina.

En adición a todo esto, en las altas esferas de la política se comenta de manera discreta, el supuesto hecho de que,  el ex presidente Fernández en una reunión con sus más cercanos colaboradores, habría dicho golpeando una mesa, que la reelección de Danilo solo pasaría por encima de su cadáver.

Si concatenamos esas supuestas afirmaciones con la salida al ruedo político nacional en busca de la candidatura presidencial de su partido por parte de Leonel Fernández, se pudiera arribar a términos conclusivos, de que el pleito está casado de mala manera.              

Observemos que la comisión política del PLD hace varios meses que no se reúne pese a que funcionarios, diputados y senadores del Danilísmo han solicitado de manera insistente en múltiples ocasiones, que el tema de la reelección sea llevado al comité político, donde se da por descontado que Leonel tiene minoría, pero como seguro de vida quien debe convocar dicha  comisión política es el presidente del partido que a la postre resulta ser, el propio Leonel Fernández. Por cuanto es posible que este importante organismo colegiado del PLD no sea convocado por ahora para cerrar con broche de acero la reelección del presidente Medina.

Por lo visto se vislumbra una inminente división del PLD fruto del enfrentamiento entre Danilo y Leonel al que muchos han denominado la guerra fría. Si bien es cierto que los vientos soplan desde el litoral de Leonel para bien hacer uso de su jocosa consigna, menos cierto es aun, que las ráfagas de vientos del Danilismo soplan con mayor intensidad inversamente proporcional, por lo que, advertimos a los meteorólogos del PLD, a medir a la perfección la intensidad de los mismos, para que a la hora de hacerle la necropsia al PLD después del 15 de Mayo del 2016, sepan a la perfección cuales vientos le causaron la muerte

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