SANTO DOMINGO, RD.- “Nosotros creemos”,
dice una pancarta sostenida por varios fanáticos que se mueven de un lado a
otro en cada juego que las Estrellas Orientales celebran en el Tetelo Vargas.
A pesar de una justificada duda abonada por muchos años de frustraciones,
“El Macorís del Mar”, que siempre ha olido a caña y a béisbol, ahora también
despide un cierto aroma a campeón.
Los fanáticos, con un contagiante entusiasmo, han reciprocado el buen
desempeño del club con las mejores asistencias del torneo en su parque.
Tras cada victoria, el Malecón y otras vías principales de esta ciudad
sirven de escenarios de ruidosos desfile de sus seguidores, quienes celebran
con su habitual manera de arrastrar ramas de caña y otros árboles.
Por esa mala práctica se teme que si finalmente las Estrellas logran el
campeonato en esta ciudad no quedará un árbol de pie.
“Los muchachos están dando el máximo de esfuerzo.
Yo creo que con la ayuda de Dios podemos lograrlo”, expresa el presidente
de las Estrellas, José Manuel Mallén.
“Estamos haciendo el trabajo, tenemos un equipo competitivo”,recalca
Mallén, quien era un jovencito que estudiaba Ciencias Económicas en Alemania
cuando los Paquidermos conquistaron la segunda corona de su historia en 1968
bajo las riendas del manager cubano Tony Pacheco.
Las Estrellas --ahoras dirigidas por Dean Treanor, un cultor del llamado
juego chiquito-- ganaron la serie regular con excelente foja de 32-18. Los
Elefantes han continuado con su paso arrollador en el Todos Contra Todos y
comparten la primera posición con los Gigantes del Cibao (3-1).
FUENTE LISTIN DIARIO.
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