sábado, 17 de enero de 2015

COCOLOS DE SAN PEDRO SIN PROBLEMAS PARA LEGALIZAR SU STATUS.

IVAN SANTANA

SAN PEDRO DE MACORIS RD.- Los hijos de los inmigrantes cocolos de aquí no han tenido problemas con sus documentaciones y han hecho su vida normal como dominicanos teniendo acceso a la educación pública y privada y a otras actividades.

Así lo revelaron varias personas que vinieron como inmigrantes y otros como hijos de esos inmigrantes que pidieron reserva de sus nombres, las cuales entienden que a lo mejor no tuvieron  problemas porque comparados con los haitianos, es una  etnia muy reducida.

Indicaron que hasta el momento la Junta Central Electoral (JCE) no le ha retenido actas de nacimiento y que siempre sus abuelos  y padres han tenido sus identificaciones clara sin ningún tipo de inconvenientes, ya que siempre han cumplido con las leyes dominicanas.

TESTIMONIOS
La profesora Ada John quien es hija de cocolos nació en el ingenio Cristóbal Colon (El Guano) en el 1937 y narra que los cocolos  siempre se han destacado por su honestidad, disciplina y la dedicación al trabajo.

Ada laboro por 45 años como maestra en el Liceo José Joaquín Pérez  en las tandas matutina y nocturna dando clases de inglés y otras materias.

Su padre Ephraim (Efrain) John vino al país desde la isla de Santa Lucia, perteneciente a Inglaterra en la década del 20 y laboro como  jefe de línea en el Ingenio Colon y se acento en la comunidad del mismo nombre, y su madre Eulalia Hazel, de San Martin, perteneciente a las Islas Holandesas se dedicó a los oficios domésticos.
“Esa época era diferente, ya que los padres se ocupaban de darle una buena educación a sus hijos y se preocupaban  de que estudiaran y trabajaran, lo que ha permitido que los cocolos sean personas de respeto”, expreso la educadora.

Dijo que los hijos de los cocolos nunca han tenido problemas con sus documentaciones, pero que  los que tuvieron dificultades con sus documentos fueron los que venían de las islas a trabajar, ya que al momento de salir del país tenían  que ponerse al día con sus documentos.

Sustuvo que los inmigrantes cocolos vinieron a residir a los ingenios Consuelo, Quisqueya, Angelina, Santa Fe y Porvenir y una parte se radico en el sector Miramar, y que vinieron a trabajar en el corte de caña.

Muchos se insertaron en diversas áreas donde se destacaron, entre ellas en la carpintería, albañilería, la educación, el beisbol, la religión, la pintura como es el caso de Adolfo Nadal, hijo cocolos quien residen en el sector Miramar  y se ha destacado como artista plástico.

Ada John señalo que cuendo sus padres vinieron al país, en esa época también llegaron unos 400 procedentes de las islas inglesas y holandesas. Dijo que muchos de sus hermanos que nacieron la comunidad El Guano, se trasladaron a San Martin donde residen.

Por su parte Federico Weeks quien tiene 68 años y que prácticamente todo el tiempo laboro en el ingenio Porvenir, dijo que su padre Jaime Weeks era de origen de la isla de Nieves y trabajo como liniero en el ingenio y su madre  Patricia Green.

También su esposa Oliva Cristóbal Abott es descendiente de  cocolos de esas islas, al igual que Rafaela Barry hija de Nicola Barry quien fue una de los mejores maquinistas del ingenio Porvenir de ese entonces y era de  Sant Kitts, estas familias residen en el Batey Central del citado ingenio el cual fue un sector de San Pedro de Macorís donde todos sus residentes eran cocolos.

La mayoría de las personas cocolas que vinieron a esta ciudad a laborar en la industria azucarera han muerto y otros están en cama con edades sobre los 90 años.

De su lado Adolfo Nadal quien nació en el municipio Consuelo en el año 45 y en la actualidad reside en el sector Miramar de San Pedro de Macorís, hijo de Horacio Alberto Jaris nativo de Nieves, Islas Vírgenes y Matilde Nadal Duncan, quien nació el Consuelo, dijo que los hijos de los cocolos no tenían problemas con sus documentaciones porque eran protegidos por la Iglesia Episcopal.

Sostuvo que la iglesia era la que se encargaba del proceso de cómo legalizar a los hijos de los inmigrantes cocolos, por lo que no tuvieron ningún tipo der dificultades.

Nadal indico que los cocolos eran temerosos de las autoridades  como inmigrantes y que tenían que pagarle al gobierno dominicano 75 centavos de impuesto por estar en el país en calidad de extranjeros.

Explico que  esos obreros  estaban en el país seis meses hasta que terminara la zafra azucarera y luego retornaban a la isla de origen.
Manifestó que los cocolos se preocupaban por pagar los impuestos para estar bien con el gobierno dominicano.

Expreso que los  hijos de los obreros  inmigrantes que nacían  bajo la administración norteamericana, porque ellos eran los que tenían el control de los ingenios, se sentían protegidos debido a que no estaban en propiedades de la administración del gobierno de Trujillo.

“Para la guardia de Trujillo penetral a los ingenios tenían que pedir un permiso, ya que esos centrales eran administrados por los norteamericanos y tenían su propia  guardia de seguridad, dijo Nadal.

Indicó que tuvieron algunas limitaciones en las áreas de beneficio social como el no acceso a la educación pública  para  sus hijos por  discriminación por  su condición de ser negro.

Dijo que por esa razón los cocolos crearon sus propias escuelas que funcionaban en los ingenios Porvenir, Consuelo, Quisqueya y Santa Fe, a las cuales les llamaban “ escuelitas cocolas”, aunque los hijos de los jefes de esos centrales pese a ser extranjeros tenían acceso a las escuelas y colegios, ya que eran de color blanco.
En la actualidad los biznietos, nietos e hijos de esos inmigrantes cocolos  están haciendo los procedimientos legales para reclamar las tierras que dejaron sus parientes en San Pedro de Macorís y otros puntos de la región Este.

Muchas de esas personas salieron del país en esos años y dejaron abandonadas esas tierras, a otros le fueron quitadas de forma irregular y otros murieron, pero que eran legítimos dueños de esas propiedades.

HISTORIA DE LOS COCOLOS
Los cocolos llegaron a San Pedro de Macorís a principio del 1900,  muchos se instalaron en el sector Miramar, los ingenios Consuelo, Quisqueya, Santa Fe  y Porvenir donde todavía muchos de ellos residen junto a sus descendientes.

Los cocolos tenían ciertas conquistas de plusvalía, ya que en su mayoría eran técnicos, aunque gran parte vinieron al corte de la caña, cuando  nace el ingenio Las Pajas, el más viejo que contaba la región Este del país.

La mayoría de los cocolos vinieron de las Islas Vírgenes como son Sant Kitts, Nieves, Anguilla, San Martin, San Thomas, Aruba y Adnegada.

Los apellidos de los inmigrantes cocolos que más presencia han tenido en esta provincia son  Watly, Jones, Walcot, Richardson, James, Nadal, Jilhouses, Dinzy, Wanterpool, Piterson, Patherson, John, Hazel, Drnker, Lamber, Weeks, Abott, Barry, Green y otros.

Sin lugar a dudas que la comunidad cocola ha sido de gran soporte para San Pedro de Macorís y todavía tienen gran presencia en esta provincia principalmente en los lugares donde operaron los ingenios.

En la actualidad muchos residen en el sector Miramar donde la familia Dunker Lamber mantiene la cultura cocola con su negocio de nombre “El Rincón Cocolo”, de venta de comidas cocola, como los Don Plin, yaniqueue, el pisó, pescado con coco, bacalao y otras.

Los cocolos mantienen su tradicional baile con los grupos Los Guloyas  y Los Guloyitas, los cuales son presentados en diversas actividades específicamente con los turistas que vienen a esta ciudad.  Se recuerda que la UNESCO declaró a Los Cocolos patrimonio cultural de la humanidad. 

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