Orlando Gil
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ENCUENTROS.-
El gobierno debió haber explicado en
detalles el encuentro del presidente Danilo Medina con los primeros ministros
de Curazao y San Martín, pues para los moradores de la isla La Española fue
sorpresa. Grata para los dominicanos y seguro de preocupación para los
haitianos. Como pudo comprobarse en el viaje a México, el presidente Medina ya
no tiene tridente ni rabo como el peor de los demonios ni los países del
Caricom colmillos de fiera al ataque. ¿En esos paños y esos manteles cuál de
las partes tomó la iniciativa para que hubiera por lo menos una apariencia de
entendimiento? No hay que ser muy enterado en asuntos de protocolo para aceptar
que de por medio hubo diligencias, pues en una visita tan corta nada queda
fuera de programa y difícilmente dos encuentros se dan así por así. El misterio
no cuadra en la ocasión, y el presidente Medina debe aprovechar una de sus
salidas de fin de semana para abundar sobre el tema, o hacerlo alguno de los
funcionarios que lo acompañaron a la reunión de Estados del Caribe...
EL
BUFEO.- Pero no solo hubo paños y manteles con Curazao y
San Martín, sino que la gente se pregunta quién bufeó a quién entre los
presidentes Danilo Medina de República Dominicana y Michel Martelly de Haití, a
quienes se les vio echados de brazo y riendo casi a carcajada. Martelly es un
tiguere en el mejor sentido de la palabra, pero Medina aprendió en el poder a
reírse de todo, y con dos golpes de mano sobre el pecho someter a las fieras
más bravas de la selva. Todavía no hay Proyecto ni Ley de Naturalización y, sin
embargo, la presión internacional cede como si el problema se hubiera resuelto.
¿Qué saben en Curazao, San Martín y Haití que no en República Dominicana?
Intriga la situación, pues el póquer no se juega en cualquier mesa. Aunque lo
importante es el cambio de ánimo. Martelly le buscó el lado a Medina, y el
Caricom o sus países miembros no hicieron de las suyas en México. Se
comportaron con altura de Estado y no hicieron del encuentro un escenario de
guerra...
IMPEDIMENTO.-
Estas situaciones de enfrentamiento con Haití y de beligerancia con Caricom,
son consecuencias directas de lo dispuesto en la Carta Magna y las
vinculaciones con la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional. El respeto a
la institucionalidad ha sido cabal y entero. Sin embargo, ahora sucede que ese
mismo gobierno, al más alto nivel, o
autoridades de menor grado, intenta violar el estatuto fundamental de la
nación, al proponerse impedir la salida del territorio a los ciudadanos que
hayan violado normas de tránsito y no hayan pagado las multas de lugar. Un
Estado organizado de acuerdo a leyes no puede inobservarlas y actuar según las
ganas y el humor de las dependencias responsables. La costumbre de otros
tiempos era que este tipo de medida se tomaba de manera administrativa, pero
ahora las cosas han cambiado y la decisión corresponde a un tribunal. Incluso,
la lógica cae de la mata y no hay que ser abogado o experto en la materia...
LOS
COBROS.- Las autoridades deben cuidarse de la
arbitrariedad y el abuso, pues estos tiempos, como algunos locos, son difíciles
de bañar. No solo vale el refrán de que “el día más claro llueve” o como dijera
Mao Tse Tung de que “una chispa puede incendiar una pradera”, sino que el
maltrato a un frutero pudo provocar La Primavera Árabe, como se vio en esos
lejanos mundos. El truco de la gasolina va saliendo bien, de aguantarse una o
dos semanas y después disponer el aumento por las dos. Y por igual las pequeñas
acciones llevan a olvidar las grandes decisiones. Pero la gente es hasta un día,
y el gobierno debe mantenerse confesado y con el cura cerca para la
extremaunción. Por ejemplo, la administración saluda y goza las altas
recaudaciones, pero no sabe o no le interesa saber cómo la DGII alcanza sus
metas: abusando del contribuyente. Es un caso raro: el chiquito empleado
maltrata al chiquito pagador. Lo mejor fuera que los expedientes de multas se manejaran con comedimiento,
cobrando, pero sin pasarse de la raya...
LISTIN DIARIO SABADO 3 MAYO 2014.
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