domingo, 14 de octubre de 2012

SEPELIO ESPOSOS FONDEUR VILA UNA SENTIDA MANIFESTACION DE DOLOR EN SPM.

LOS  SEPULTARON EN  NECROPOLIS SANTA FE.
POR FRANCIS ANÍBAL.

SAN PEDRO DE MACORIS. En medio de una gran manifestación de dolor en la Necrópolis San Pedro de la Carretera Santa Fe, fueron sepultados los restos el reconocido ortopedista petromacorisano Nicolás Fondeur y el de su esposa la Doctora Liz Kenia Vila.

El cortejo fúnebre partió desde la Funeraria San Pedro donde eran velados desde el pasado viernes, día en que ocurrió la tragedia en la residencia de ambos de la calle Estervina Richez número 5 del barrio Los Maestros.
Los restos mortales de ambos fueron transportados por dos carros fúnebres. El cortejo fúnebre partió desde la calle Rafael Deligne para recorrer toda la avenida Independencia y llegar hasta la Mauricio Báez, para luego tomar parte de la Carretera Santa Fe y llegar al camposanto conocido como Necrópolis San Pedro.

Pasadas las 5 y 30 de la tarde, llegaron al camposanto, penetrando de inmediato hasta  el mausoleo de la familia donde esperaban dos bocas, una debajo de la otra, las que son ahora las últimas moradas de los esposos, quienes, de acuerdo a testimonios de testigos, vivieron una vida caracterizada por los celos y las incomprensiones.
 Una vez en el cementerio, la madre de Nicolás Fondeur, doña Eulalia Disla, agradeció a Dios por haberle dado la fortaleza para ver partir a su hijo de esa manera.

La dama, en medio de su dolor, entonó cánticos al Señor y dijo esperar que Cristo Jesús pueda perdonar a su hijo y a su hija, manifestando que es momento de perdonar, como Cristo perdonó a quienes les quitaron la vida.
Además habló la señora Margarita de Vila, madre de Kiz Lenia, pidiendo a Dios que lleve a su hija al descanso eterno y a quien fuera su esposo.

 El pastor Alberto Reyes, de la Iglesia de la Cristianización de la avenida Independencia, a la que asistía Liz Kenia y su madre, también habló en la actividad y leyó algunos versículos bíblicos relativos al perdón, al tiempo que llamó a ambas familias a perdonarse en nombre de Jesús.
Hablaron también ante sus cadáveres representantes del Departamento de Ortopedia del hospital Antonio Musa.

La última en hablar fue la pastora Kenia de Mir, de la Iglesia Tabernáculo de Oración Puertas Abiertas, quien dijo lamentar la tragedia y recordó los primeros años de permanencia en esta ciudad de Liz Kenia de los que fue testigo.

Lamentó que la tragedia haya ocurrido y dijo que ahora lo que hay que hacer es contribuir a buscar solución a las causas que motivaron la misma, que dejó en la orfandad a una niña.

“Algo pasó para que esto ocurriera y todos debemos reflexionar para que hechos como éstos no vuelvan a ocurrir”, dijo la pastora.

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