Jenna Buswell es una joven de Washington, en EE.UU.
Tiene un precioso bebé que se llama Casen al que no puede abrazar como
todas las madres del mundo. Su bebé, con escasos siete meses de vida sufre
una rara y grave enfermedad vascular que lo hace muy sensible al contacto
demasiado estrecho. Un apretón cariñoso podría llenarlo de dolorosos hematomas
y provocarle dificultades para respirar.
Solo se conocen 14 casos similares en todo el mundo. La enfermedad
vascular es genética malformación glomovenosa congénita. Al parecer, como
cuenta el portal de noticias de la televisión norteamericana abcNews.com, sus vasos sanguíneos, la piel y los
músculos se endurecen, un proceso que se agrava a medida que vaya creciendo.
Si su padecimiento no se trata podría dar lugar a una insuficiencia cardíaca.
Debido a este proceso, Casen no puede ser abrazado de manera cálida. Su madre
no puede achucharlo porque una vez que la piel comienza a endurecerse se vuelve
extremadamente doloroso . "Cuando esto ocurre es difícil notarlo y
áreas de su cuerpo son tan sensibles que tenemos que tener mucho cuidado",
explica la madre.
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