¿Cómo
reaccionaron ante la noticia del Titanic las redacciones del New York Times y
Associated Press?.
Era un aburrido turno nocturno aquel 14 de abril
de 1912 en las redacciones de la Associated Press y de The New York Times. En
ese momento, a 1.600 kilómetros estaba “sucediendo la historia del siglo”, que
cambiaría muchas cosas: en las costas de Terranova, el Titanic estaba a dos
horas de hundirse.
Durante más de una hora, el gran buque envió
señales de socorro CQD en clave Morse, luego un más conocido SOS. Fueron
captadas por estaciones en tierra que tenían el relativamente nuevo sistema de
radio inalámbrico Marconi.
En la redacción de AP, el editor Charles Crane
recibió un cable enviado desde Canadá: “Reportan que Titanic golpeó un
iceberg”.
De inmediato se comenzó a contactar a las
estaciones costeras que recibieron la señal, telefonearon a los propietarios
del buque, quienes dudaron de la seriedad del accidente, y se pidió a Londres
la lista de los pasajeros: se dio la alerta del accidente con los datos sueltos
que llegaban en telegramas.
En el ‘Times’, Carr van Anda leyó el despacho: “A
las 10:25 de esta noche el Titanic de White Star Line emitió un CQD a la
estación Marconi aquí y reportó un choque con un iceberg. El barco indica que
se necesita ayuda inmediata”. El editor comenzó a trabajar en una nueva
portada, tratando de dar sentido al silencio que, según actualizaciones
telegráficas, siguió a los llamados de auxilio.
Otros periódicos publicaron los boletines y
escribieron historias que indicaban que no había gran daño en el Titanic, “un
barco que era imposible que se hundiese”. Pero en Van Anda “un frío
razonamiento le indicó que se había hundido, y pese a lo aterrador de esa idea,
actuó conforme a ello”.
La edición del diario neoyorquino anticipó lo
peor en sus ocho columnas: “Nuevo buque Titanic golpea un iceberg. Se hunde por
la proa a medianoche. Mujeres en barcos salvavidas. Último cable a las 12:27
a.m. Borroso”.
Otras historias fueron especulativas y erróneas:
“No se perdieron vidas”, aseguró un encabezado en Londres en medio de la
confusión inicial. La suerte del gran barco se confirmó muchas horas después.
“En términos de difusión de noticias, el desastre
del Titanic puede verse como el comienzo de lo que el gurú de la comunicación
masiva Marshall McLuhan llamó la ‘aldea global’ en la década de 1960 con la
comunicación satelital en mente”, dijo Paul Heyer, autor de ‘Siglo del Titanic:
medios, mitos y la creación de un símbolo cultural’.
El naufragio tuvo una “cobertura que fue a toda
velocidad” y marcó el estilo informativo desde entonces, dijo el profesor de
periodismo Roy Peter Clark. La radio también recibió fuerte impulso.
David
Sarnoff, un joven operador del sistema Marconi, se volvió famoso por sus
actualizaciones diarias y constantes desde una ventana en Nueva York, atrayendo
a multitudes tan grandes que la policía apenas podía mantener el orden.
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