MITOS MEDICOS.
EL PELO Y LAS UÑAS NO CRECEN DESPUÉS DE MORIR. 
Algo completamente falso, aunque con una base lógica. Y es que esta creencia surge a partir de una ilusión óptica producida en los cuerpos muertos.
Al morir, el cuerpo se deshidrata, la piel se seca y es como si encogiera; por esto parece que pelo y uñas han crecido, pero no es así. Físicamente es imposible, para tal crecimiento se requiere de la actividad de un conjunto de hormonas que, tras morir, no existe.
NUNCA DESPIERTES A UN SONÁMBULO.
Sí es verdad que se recomienda no hacerlo, pero ello se debe simplemente a que haciéndolo podemos confundir o incluso asustar a los propios afectados. En ningún caso, existe el riesgo de un ataque al corazón o un daño cerebral.
LOS HOMBRES CON PIES GRANDES...
La popular y extendida creencia de que el tamaño de los pies informa también del tamaño del órgano sexual masculino es falsa. Este mito tiene una raíz científica, y es que los genes Hox, implicados en el desarrollo embrionario, inciden tanto en el crecimiento de los dedos de manos y pies como en el desarrollo del pene; de ahí el establecer una relación entre los tamaños de estas distintas partes del cuerpo.
Sin embargo, no tiene nada que ver, y a pesar de tener un control genético similar, unos pies grandes no necesariamente suponen un mismo tamaño en otras partes.
HOMOSEXUALES NO IRAN AL CIELO.
El cardenal mexicano Javier Barragán, recientemente retirado del Vaticano, fue citado recordando las epístolas de San Pablo que se refieren al homosexualismo.
Dijo que las personas no nacen homosexuales, sino que se convierten debido a una serie de razones, incluyendo asuntos de educación y no haber desarrollado una identidad durante la adolescencia. Agregó que aunque la homosexualidad es pecado, no justifica la discriminación contra los gays y transexuales, que solo Dios tiene derechos a juzgar.
El vocero del Vaticano, padre Federico Lombardi, estableció distancia de las declaraciones controversiales. Dijo que si bien la iglesia considera el acto homosexual como un “trastorno” muchas personas tienen “tendencias homosexuales innatas”, y no deben ser ridiculizadas.
Algo completamente falso, aunque con una base lógica. Y es que esta creencia surge a partir de una ilusión óptica producida en los cuerpos muertos.Al morir, el cuerpo se deshidrata, la piel se seca y es como si encogiera; por esto parece que pelo y uñas han crecido, pero no es así. Físicamente es imposible, para tal crecimiento se requiere de la actividad de un conjunto de hormonas que, tras morir, no existe.
NUNCA DESPIERTES A UN SONÁMBULO.
Sí es verdad que se recomienda no hacerlo, pero ello se debe simplemente a que haciéndolo podemos confundir o incluso asustar a los propios afectados. En ningún caso, existe el riesgo de un ataque al corazón o un daño cerebral.
LOS HOMBRES CON PIES GRANDES...
La popular y extendida creencia de que el tamaño de los pies informa también del tamaño del órgano sexual masculino es falsa. Este mito tiene una raíz científica, y es que los genes Hox, implicados en el desarrollo embrionario, inciden tanto en el crecimiento de los dedos de manos y pies como en el desarrollo del pene; de ahí el establecer una relación entre los tamaños de estas distintas partes del cuerpo.
Sin embargo, no tiene nada que ver, y a pesar de tener un control genético similar, unos pies grandes no necesariamente suponen un mismo tamaño en otras partes.
HOMOSEXUALES NO IRAN AL CIELO.
Un cardenal de la Iglesia Católica dijo que los homosexuales jamás entrarán al “Reino del cielo”, comentario que provocó una clarificación del Vaticano.
El cardenal mexicano Javier Barragán, recientemente retirado del Vaticano, fue citado recordando las epístolas de San Pablo que se refieren al homosexualismo.
Dijo que las personas no nacen homosexuales, sino que se convierten debido a una serie de razones, incluyendo asuntos de educación y no haber desarrollado una identidad durante la adolescencia. Agregó que aunque la homosexualidad es pecado, no justifica la discriminación contra los gays y transexuales, que solo Dios tiene derechos a juzgar.
El vocero del Vaticano, padre Federico Lombardi, estableció distancia de las declaraciones controversiales. Dijo que si bien la iglesia considera el acto homosexual como un “trastorno” muchas personas tienen “tendencias homosexuales innatas”, y no deben ser ridiculizadas.
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