miércoles, 11 de enero de 2017

UN FUETE PARA QUE LA POLICÍA CAMINE...

El Presidente lo probó con el caso Percival.

El primero que tiene que haber aprendido la lección es el presidente de la República. La Policía puede hacer más de lo que hace o cree puede hacer.

La banda de Percival es un periódico de ayer.

Después de miles de escarceos, rumores y perversidades, en dos o tres días fue sacada de circulación sin hacer nada extraordinario que no fuera el intercambio de disparos con muerto de un solo lado.

El segundo que tiene que haber aprendido la lección es el director de la institución, que debe dejar a sus oficiales hacer el trabajo y no confiar en que los Derechos Humanos van a facilitárselo.

El interrogatorio revela que las autoridades fueron descuidadas, permisivas y sobre todo displicentes, y que los asaltantes se desplazaban delante de sus ojos como turistas de la zona colonial.

Muchas cosas no cuadran, ni van a cuadrar, pues en asuntos de policías o de fiscales ninguna narración es perfecta. No hay crimen perfecto, y tampoco investigación perfecta.

El presidente de la República, sin embargo, sabe lo más importante: si muestra fastidio, mal humor y da ultimátum, la Policía corre un poco más y alcanza a los maleantes.

Como anoche, diría el Torito.

DE BUENA TINTA
FUENTE DIARIO LIBRE

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